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«El último tango en París» se ha convertido en un clásico del cine, pero en los últimos días se dio a conocer la verdad sobre una de las escenas más recordadas de la película, dejando impactado al mundo cinematográfico.
En 1972, Marlon Brando encarnaba a Paul, un hombre que inicia una relación violenta con Jeanne, interpretada por Maria Schneider, con quien tenía encuentros en un departamento en París.
La cinta fue censurada en muchos países debido al alto contenido erótico, el que incluía una escena improvisada de violación.
Resulta que el director de la película, Bernardo Bertolucci, reconoció que planeó no decirle a Maria Schneider sobre los aspectos técnicos de la escena, una decisión que tomó junto a Marlon Brando, con el objetivo de lograr mayor realismo.
Schneider tenía 19 años al grabar la película y el 2007 declaró en una entrevista que la escena no formaba parte del guión original, por lo que la hicieron sin su consentimiento, y que sus lágrimas eran reales.
«Debí haber llamado a mi agente o tener a un abogado en el set porque no puedes forzar a alguien a hacer algo que no está en el guión, pero yo no lo sabía«, contaba Schneider.
El 2013, el director de «El último tango en París» confirmó todo. «No quería que fingiese la humillación, quería que la sintiese. Creo que me odió a mí y a Marlon Brando. Son cosas graves, pero las películas se hacen así, las provocaciones son a veces más importantes que las explicaciones«.
Si bien estas declaraciones se dieron tres años atrás, volvieron a circular hace solo unos días, causando gran impacto en la industria del cine, pues se trata de abuso psicológico y físico.
¿Qué te parece el actuar de Brando y Bertolucci?
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