Por qué «Queer Eye» no es sólo otro reality de makeover

Tiempo estimado de lectura: 3minutos, 37segundos

Un poco tarde me subí al tren, pero no por eso quiero dejar pasar la oportunidad de comentarles acerca de «Queer Eye». Para quienes no conocen el programa, les cuento que Queer Eye no es para nada nueva; es un remake original de Netflix de la serie originalmente titulada «Queer Eye for the straight Guy», estrenada en 2003, y que llegó a emitirse por cinco temporadas, sorprendiendo a todos con sus altos niveles de audiencia. 

En ella, veíamos un grupo de cinco hombres gay apodados «The fab 5» (Los fabulosos 5) renovar el estilo de un clásico hombre de la época, hétero y probablemente prejuicioso, intentando rearmar su apariencia y derribar sus barreras frente a la, en ese tiempo, incipiente y rupturista cultura de la diversidad.

Hoy, este remake ya se enfoca en su tercera temporada (la que acaba de confirmarse), y ha tomado un rumbo distinto: Quince años después de que comenzara a emitirse su antecesora, el mundo ha cambiado y con ello el enfoque del show; ya no vivimos en una sociedad en donde lo queer es algo raro, y si bien, aún la comunidad se encuentra en una lucha constante por el respeto a sus derechos, ya no lo hace desde una vereda tan outsider. Es por eso que el foco del programa ya no solo son los típicos hombres hétero, si no que a quien lo necesite: he ahí el cambio de nombre a simplemente «Queer Eye». Además, el enfoque a la diversidad es abordado de una perspectiva mucho más global: no es sólo identidad de género, o la orientación sexual, sino que también es la religión, la inmigración y la raza, por nombrar algunas.

Y pese a que es un enfoque bastante direccionado (no por nada dentro de los «Fab 5» hay un miembro de ascendencia pakistaní y uno de raza negra), resulta muy natural a la hora de abordar todos estos temas, pues muchas veces pueden decirle a su invitado «te entiendo, yo también estuve ahí». Un nuevo y entretenidísimo equipo compuesto por Antoni Porowski (comida y vinos), Bobby Berk (diseño interior), Karamo Brown (cultura), Jonathan Van Ness (cuidado personal) y Tan France (moda), te guiarán a través de nuevas historias que moverán piezas en tu corazón y tu cabeza.

Más allá de los cambios en la apariencia y la envidiable renovación en los espacios, el foco está en la aceptación propia y del otro, y en como la sociedad cambia y nos adaptamos a ella. Y no simplemente apunta a aceptarla, sino a entenderla e integrarla. Hay mucho de cuestionar la realidad en la que vivimos, analizarla y poner a los demás en esa posición, no solo para vivir en paz con ella, sino que para aprender incluso a admirarla, yendo un paso más allá que la serie que la inspiró. Ya no basta con saber que lo queer está ahí afuera, si no que también debemos entender que eso no los define; también son padres, esposos y tienen problemas como tal.

En cada capítulo vemos transformaciones de aspecto, costumbres y estilos de vida, pero también de creencias, formas de pensar y ver la vida. Los diálogos pasan de lo cotidiano, como la ropa o la comida, a situaciones complejas, enfrentándose a prejuicios o a simple ignorancia. La clave está en como se llevan estos temas, pues aunque no lo parezca, ellos tampoco lo entienden todo sobre la diversidad, y no tienen problema en aceptarlo.  Tal como uno de sus invitados les responde en un capítulo: «no te preocupes, al menos te importa aprenderlo«. 

Un show en el que vemos como se enfrentan varias realidades sociales (más que personales), que suelen coexistir… pero que evitan encontrarse; lo que se aborda con humor y naturalidad, conmoviendo a más de alguno de paso, con historias cercanas y comunes, pero que tocan la fibra del espectador.

«Queer Eye» fue recientemente nominada al Emmy como «Mejor Structured Reality» (entre otras) por su primera temporada, y ya se preparan para los capítulos de la tercera entrega, que tendrán lugar en Kansas y se encuentra programada para 2019. Puedes ver las dos primeras, solo en Netflix.

Sin comentarios

Deja una respuesta