[Reseña] «7 Semanas»: El Aborto a la pantalla grande

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El cine, entre muchas otras cosas, es un medio que ayuda a digerir de forma sencilla y cercana a la gente ciertos asuntos. 7 Semanas quiere exponer un tema que nadie quiere escuchar, pero que todos deberían atreverse a debatir: el aborto. 

Sinopsis: Camila es una estudiante de danza de 23 años que se embaraza en un contexto con varios puntos que la sociedad normalmente considera “a su favor”: tiene una situación económica estable, un novio que la apoya y espera con ilusión a su hijo, una familia que la quiere y buena salud. Pero ella no se siente preparada para ser madre y decide abortar, lo que trae duras consecuencias en su entorno

La película 7 Semanas es la opera prima de Constanza Figari, y fue también su proyecto de título de la Universidad del Desarrollo y, para bien o para mal, este factor se nota a lo largo de la película.

La temática rodeando al aborto, desde el título hasta su promoción, está tan presente que el desarrollo de la historia es predecible, y cada decisión de Camila (Paulina Moreno) se siente irrelevante y al mismo tiempo triste, al actuar obligada a seguir un patrón social «correcto» para hacer feliz a su familia y novio, Simón (Camilo Carmona).

Cada escena, quizás con una intención artística o debido a la falta de experiencia, se siente muy desconectada de la anterior, ya que las transiciones son extrañas e incómodas, sin crear una sensación de relación entre cada momento y siendo un montón de pequeñas situaciones que forman una película inconexa.

El lenguaje utilizado en la película, y cada escena de exterior, hacen sentir la historia muy chilena, lo que es un punto para aplaudir en una generación de cineastas que buscan hacer sus obras lo más neutras posibles para poder apelar a un público mayor. 7 Semanas no se avergüenza de su origen, sino que lo abraza con orgullo y lo utiliza como contexto y a la vez su mayor antagonista.

Las actuación de Paulina Moreno es sólida, sencilla y muy creíble y, gracias a esto, es muy fácil conectar con su personaje, y cada situación donde se nota la fuerte opresión de género (inconsciente) que vive con su novio, se siente propia y duele, pero lamentablemente la dupla no funciona bien, a razón de una actuación débil de Camilo Carmona que genera nula afinidad con el personaje, poniéndose a veces en una posición antagonista sin mucho desarrollo.

Ante la fotografía de 7 Semanas debo decir que me saco el sombrero, y es que no tiene nada que envidiarle a ninguna película chilena con un presupuesto mil veces mayor, o al cine independiente en general de ningún lado, con un trabajo impecable de cámara, unos planos perfectos (en especial los primeros planos), y un uso maravilloso de los tonos cálidos y fríos dependiendo de las emociones.

¿Es 7 Semanas una película mala? Ni de cerca, ¡para nada! Y creo que hay que tenerle un especial ojo a Constanza Figari en sus siguientes trabajos, pero debe comprenderse que la película es un proyecto universitario que su misión no es tanto entretener al público masivo, sino que poner en la palestra un tema de contingencia y contar una historia basada en hechos reales que todos deberían escuchar.

7 Semanas llegó hoy a los cines Cinemark Alto Las Condes y Portal Ñuñoa; Cine Hoyts La Reina y San Agustín; Cineplanet Costanera Center y Florida Center; Cineteca Nacional; Cine Radicales; y Cine Normandie, ¡y están todos más que invitados a ser parte del debate!

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