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Bajo la dirección de John Crowley viene esta maravillosa historia cargada de sentimiento y veracidad de lo que es la vida y cómo la enfrentamos. Brooklyn es una historia de época (específicamente en los años 50), en una Irlanda pobre, abandonada y alejada del resto del mundo.
Sinopsis: En los años 50 la joven Eilis Lacey decide abandonar Irlanda para ir a los Estados Unidos, concretamente a Nueva York, donde conoce a un chico del que se enamora. Pero un día Eilis se entera de que hay un grave problema en su familia y tendrá que decidir entre quedarse en su nuevo país o volver a su tierra natal.
La historia de Eilis es la historia de una mujer extremadamente valiente, quien recorre miles de kilómetros en busca de una oportunidad que en su país natal no encontraría jamás. En su estadía en Estados Unidos descubrirá que el mundo no es tan opaco y con tan escasas oportunidades. En este viaje, también encontrará el amor y, como el amor trae un mundo de misteriosos sucesos, éste no será la excepción.
Preciosa. Me cuesta encontrar un adjetivo que se ajuste tan estrechamente a lo que es y representa Brooklyn. Posee una delicadeza para mostrar la belleza de cosas que a primera vista parecen todo lo contrario, de mostrar que un viaje en busca de mejores oportunidades es un vaivén entre la dichosa y caprichosa aventura y el temor de estar alejado de todo lo que antes significaba hogar. Cruda. Así es señores, y creo que ahí radica la fuerza de donde se apoya toda la película. Me refiero a como Crowley logra conjugar lo crudo de ciertos momentos, con la maravilla de diálogos entre los personajes principales y la estética que rodea la película.
¿Y qué hay de los actores?
Saoirse Ronan interpreta un papel magnifico que avala su nominación a mejor actriz en la próxima edición de los Oscar, con una facilidad para reflejar una diversidad de sentimientos y momentos que abruman al espectador. En contra parte, Emore Cohen nos brinda un personaje querible, sencillo y que resulta imprescindible en toda la historia; con una aparición humilde (recuerdo incluso pensar que era un personaje de una sola escena) va ganando terreno y fuerza a medida que avanza la historia de manera extraordinaria. El perfecto complemento a la actuación de Saoirse Ronan.
No puedo no mencionar a Domnhall Gleeson. En primer lugar por su tremendo trabajo el último año (Participando en Star Wars VII y El Renacido) y por ser una de las piezas relevantes de Brooklyn, complicando la historia y haciéndola más difícil también para nosotros los espectadores.
Asimismo, ¿ustedes creen que una película de época puede resultar sin una banda sonora, un vestuario y una fotografía a lo menos adecuada? Claro que no. La música a cargo de Michael Brook trasciende cada escena con un poder que nos sumerge en esos años 50 recatados, que tratan de reconstruir todo lo perdido tras la segunda guerra mundial y que prometen un futuro próspero a base de mucho trabajo.
El vestuario es otro de los puntos bien logrados, incluso varias de sus escenas se enfocan en ellos y resultan perfectas; mientras que la fotografía tiene sus grandes aciertos, en lo personal me gusta una escena en particular… que es prácticamente terminando la película.
Una cinta bella que no pueden dejar pasar. Nominada a Mejor Película, “Brooklyn” debería ser una de sus imperdibles en cartelera de cines.
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