[Reseña] «Fin de Guardia»: La trilogía policial de Stephen King llega a su fin

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Fue una agradable sorpresa cuando, a principios del año 2014, el escritor Stephen King anunciaba que en su próximo proyecto literario incursionaría el terreno de la literatura policial, algo desconocido para el autor en aquella fecha. Bueno, de ese primer acercamiento con el género de los investigadores y los asesinos, surgió la obra «Mr. Mercedes«, la misma que el año siguiente ganó el premio Edgar Allan Poe a «Mejor novela», y que dio inicio a una trilogía policíaca; compuesta por su secuela «Quién pierde paga» y su conclusión «Fin de guardia«, la que he podido disfrutar gracias a los grandes de Me Gusta Leer Chile.

Fin de guardia es el espectacular final de la «Trilogía Bill Hodges» que comenzó con Mr. Mercedes y continuó con Quien pierde paga.

Sinopsis

Hay asesinos que usan cuchillos,
otros pistolas o incluso coches,
pero todos ellos tienen un objetivo en mente:
volverte loco.

«Al detective retirado Hodges, que dirige una agencia de investigación privada con Holly, le diagnostican un cáncer de páncreas: le quedan meses de vida. En ese momento Hodges investiga una serie de suicidios recientes con un punto en común: todos los fallecidos tuvieron relación con Brady Hartsfield, el tristemente famoso Mercedes, que hace años planeó volar una sala de conciertos de rock llena de adolescentes.

Hodges y Holly dejaron al asesino en estado vegetativo del que no se ha recuperado. Sin embargo, el médico del hospital ha estado suministrando a Brady drogas experimentales que han supuesto que adquiera nuevos poderes, incluida la capacidad de mover objetos pequeños con la mente y de entrar en los cuerpos de ciertas personas vulnerables a su control. Desde su cama Brady ha ideado una aplicación del videojuego Zappit. En cuanto tiene al usuario bajo control, usa la aplicación para dominar su mente y arrastrarlo al suicidio. Sus objetivos son los mismos adolescentes que escaparon de la muerte, pero en realidad quiere atraer a Hodges al juego y vengarse. No sabe que está a punto de morir.»

UN FINAL DE ORO


Es bastante sabido entre los lectores constantes de King que «el rey» nunca ha sido particularmente bueno cerrando sus historias. El autor de 11.22.63, IT, El resplandor, Carrie, entre otras, peca bastante seguido de construir finales derechamente escuetos para sus narraciones. Es por lo mismo que al comenzar la lectura de «Fin de guardia» me predispuse a encontrar mala la conclusión, pero sorpresivamente no fue así, y me terminó pareciendo excelente, no solo para la obra en sí, sino que también considerándolo como el final de la trilogía del querido Bill Hodges.

Durante la obra anterior se nos presentó una evolución bastante rica de los personajes principales, en comparación a como quedaron cuando terminaron los eventos de «Mr. Mercedes«, pero es en la tercera y última parte donde somos testigos de un crecimiento más notable e interesante. Los hechos ocurridos anteriormente han afectado a Bill, Jerome, Brady y Holly, y las consecuencias de ello se manifiestan enseguida en «Fin de guardia». Los protagonistas son descritos de una manera muy humana; con virtudes, pero por sobre todo con muchas falencias, las que el escritor no duda en explotar de una manera que solo él podría hacerlo, construyendo así personajes muy «quebrados», por así decirlo. La inestabilidad emocional, depresión, psicopatía y el arrepentimiento son elementos fundamentales dentro de la narración, y todos ven su cierre al finalizar «Quién pierde paga», en donde cada personaje, impregnado en su esencia, cierra una etapa de su vida.

«Fin de guardia» es el final perfecto para esta trilogía detectivesca, ya que mezcla la narrativa presente en «Mr. Mercedes», con el imaginario clásico de King. Pero de eso hablaremos a continuación.

LA VUELTA DEL KING CLÁSICO


A King se le dio bastante bien la narrativa policial. Su detallada construcción de personajes, en conjunto con la habilidad de crear tensión dio como fruto libros muy entretenidos y personajes entrañables. El maestro se alejó completamente de su canon más terrorífico, fantástico y sobrenatural, para acercarse a un estilo más «realista», por así decirlo. Él mismo se ocupó de marcar precedente de ello, cuando en las anteriores entregas de la «Trilogía de Bill Hodges» diferentes guiños a «Cujo» e «IT» eran mostradas como referencias literarias del conocimiento de los personajes, como algo netamente ficcional. Bill Hodges conocía aquella película del payaso asesino que comía niños, como así también estaba al tanto de que en una novela un temible San Bernardo con rabia causaba estragos en un pueblito de los Estados Unidos.

De esta manera el autor nos da a entender que el mundo que engloba a los personajes de «Mr. Mercedes» y los dos libros anteriores están totalmente desmarcados de sus otras novelas. La historia se torna más seria, y eso aporta bastante al ambiente policiaco que se quiere lograr.

¿Quién es un lindo perrito?

Sin embargo, en esta última entrega Stephen King vuelve a sus raíces. El «realismo» es delicadamente pasado a llevar en el momento que se introducen elementos parapsicológicos – al más puro estilo de Ojos de fuego– y la narración se entremezcla con el encanto clásico de King y el género policial. Brady Hartsfield tiene la habilidad de mover pequeños objetos con su mente, además de poseer humanos, lo que provoca que la historia tome un giro inesperado, el que arrastra consigo a los personajes y al desarrollo de la trama también.

Es entretenido leer como los protagonistas responden ante los poderes de Brady, más aún teniendo en cuenta que ellos rompen toda la verosimilitud de su universo. A ratos puede sentirse un poco forzado el tema de sus «habilidades» y la parapsicología que gira en torno a él, sobre todo en el inicio del relato, pero más adelante es fácil acostumbrarse. La lectura se torna misteriosa y oscura, debido a estos nuevos elementos, y los personajes evolucionan a medida que van estando al tanto de ellos.

Quizás hubiera sido interesante que «Fin de guardia» mantuviera aquel estilo tan marcado de sus dos novelas predecesoras, pero de igual manera siempre es grato leer aquella faceta clásica de King, en donde los poderes mentales, las jaquecas y las drogas de experimentación son un tópicos bastante comunes.

Brady Hartsfield en la adaptación televisiva de «Mr. Mercedes».

UNA TRILOGÍA «REDONDITA»


El punto final de esta historia compuesta de tres libros sin dudas no es su punto más alto. De manera indescutida ese puesto se lo queda «Mr. Mercedes», pero «Fin de guardia» funciona como excelente conclusión, lo que convierte esta trilogía en una lectura sumamente recomendada.

A lo largo de tres novelas, Stephen King proyecta diferentes tópicos y estilos, mezclandolos con su narrativa cotidiana (mención especial a la rica construcción de personajes), lo que nos deja una trilogía muy rica y diversa. En «Mr. Mercedes» estamos frente a un King que a sus 67 años no tiene miedo de incursionar en la literatura policial, creando personajes macabros y entrañables. Luego, en «Quién pierde paga» vemos como el autor explora a los escritores y cierto fanatismo loco de sus lectores (al estilo de Misery o Ventana secreta, jardín secreto), para luego en «Fin de marcha» tener al King de antaño, muy dado a escribir en torno a la parapsicología y los experimentos humanos.

Los tres libros forman una obra que explora diferentes facetas del autor, lo que genera una lectura adictiva y muy entretenida, más aún si has tenido la oportunidad de leerlo anteriomente


El libro ya se encuentra en librerías, y la recomendación es que sí o sí le des la oportunidad. Si vienes siguiendo la trilogía de Bill Hodges te encontrarás con un cierre perfecto, que te dejará satisfech@ en todo sentido. Si aún no te animas a leer este conjunto de obras literarias sigues estando a tiempo, te espera una historia humanamente oscura, llena suspenso y horror.

La edición actual es de la editorial Plaza & Janés y cuenta con 429 páginas. El formato es rustica con solapas, lo que promete seguridad y libertad para el transporte del libro, y además una laca sectorizada hace que la portada sea muy bonita, ideal para acompañar los demás libros de la tu colección.

¡No esperes más y ve por el tuyo!

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