[Reseña] «La batalla de los sexos»: En la cancha se ven los gallos

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Con una historia atractiva, grandes actores como protagonistas, y una premisa que aún más de 40 años después sigue siendo una lucha importante, llega a las salas de cine «La batalla de los sexos».

Sinopsis: En 1973, el emocionante partido de tenis entre la tenista número uno del mundo Billie Jean King (Emma Stone) y el ex campeón y timador en serie Bobby Riggs (Steve Carell) fue nombrado «La batalla de los sexos», y se convirtió en uno de los eventos deportivos más vistos en televisión de todos los tiempos. El partido capturó el espíritu de la época y desató una conversación mundial por la igualdad de género, que le sirvió de estímulo al movimiento feminista. Atrapados bajo el resplandor de los medios, King y Riggs estaban en lados opuestos de un argumento binario, pero fuera de la cancha cada uno estaba luchando batallas más personales y complejas. Con un esposo comprensivo que la instaba a luchar contra los cánones por lograr la misma paga, la tremendamente privada King también estaba lidiando con aceptar su propia sexualidad, mientras que Riggs apostó su legado y reputación en un intento por revivir glorias del pasado. Juntos, Billie y Bobby ofrecieron un espectáculo cultural que resonó mucho más allá de las canchas de tenis e incitó las discusiones entre hombres y mujeres en recámaras de hogares y salas de juntas de todo el mundo.

Sin duda el mundo ha avanzado en 40 años, pero la igualdad de género es un tema que sigue impactando con fuerza en nuestra sociedad. En un escenario donde esta lucha se intensifica cada día, con cada vez más gente dispuesta a levantar su voz por la causa, nos enfrentamos a «La batalla de los sexos», una historia que marcó un antes y un después en esta lucha en el ámbito deportivo y social.

El guión se preocupa de rescatar todas las escenas y momentos icónicos que se desarrollaron en aquel momento histórico, lo que destaca cuando se compara con las imágenes reales que inspiraron todo, pero quizás el desafío era demasiado grande: La aceptación de la homosexualidad y la lucha por los derechos de la mujer son temas demasiado complejos como para abordar al mismo tiempo y con la misma profundidad en una sola película, y los directores no parecen decidirse por uno, pues pese a que el eje es claramente la pelea de Billie Jean por la igualdad, intentan mostrar insistentemente el descubrimiento de su sexualidad de a través de la relación romántica que desarrolla con su peluquera, sin lograr la intensidad necesaria respecto a ese punto.

Ojo que esto no la convierte para nada en una mala película, pero si evitan que se convierta en una película inolvidable. De todas maneras logra transmitir un mensaje que incita a la reflexión, aunque probablemente alcance con mayor impacto a quienes ya están sensibilizados con la causa.

Las recreaciones de los personajes son excelentes, Steve Carrel logra rescatar la personalidad de Bobby Riggs de una manera impresionante, cuidando hasta lo más pequeños detalles. Un hombre que vivía para el espectáculo, a medio camino entre el humor y la inconsciencia sobre su actuar, llevándolo a arriesgar su vida familiar y el prestigio de su carrera. Por su parte, Emma Stone también destaca en su rol, logrando transmitir la lucha social y personal de Billie Jean con una actuación sobria, pero emocionante a la vez, encarnando a una mujer que pese a todo lo que pueda estar viviendo en ese momento, tiene ideas y objetivos claros, a los que no está dispuesta a renunciar por nada. Tras un arduo camino, y puntos que juegan  favor de ambos lados de la balanza, finalmente todas las apuestas se reducen a un sólo gran enfrentamiento, en donde todas las cartas estarán en la mesa. 

Otro punto fuerte de la cinta es el aspecto visual:  la meticulosidad con la que se recrea la época en la que se desarrolla la historia, la fotografía y los colores, además de la similitud de los personajes con quienes los inspiraron en aquella época, en cuanto a vestuario y maquillaje, son dignos de destacar.

Una película que sin duda los espectadores disfrutarán, y que probablemente dé para hablar, pero cuyas ambiciones quizás dejen a medio camino en la carrera de los premios. Probablemente, considerando el equipo tras ella (Los directores de «Little Miss Sunshine» y el escritor de «Slumdog Millionaire»), las expectativas eran muy altas. De todas maneras, es una recomendación absoluta que amerita tu visita a las salas de cine.

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