[Reseña] «La Cura Siniestra»: Un macabro misterio se esconde

Tiempo estimado de lectura: 3minutos, 26segundos

¿Qué tienen en común las primera tres Piratas del Caribe (2003-2007), El Aro (2002) y Rango (2012)? Su director: Gore Verbinski, y es de su mano que vamos a inmiscuirnos en esta larga, confusa película que se pasea por el horror y el suspenso, jugando con nuestras mentes y, quizás, nuestra salud … ¿te sientes bien?

Sinopsis: «Un joven y ambicioso ejecutivo es enviado para traer de vuelta al CEO de su compañía de un idílico «centro de bienestar» en un remoto lugar en los Alpes Suizos, pero pronto sospechará que los tratamientos milagrosos del Spa no son lo que parecen.»

No todas las películas te pueden atrapar facilmente, pero La Cura Siniestra logra atraer tu atención desde el primer minuto con su apertura, metiéndote de lleno en su temática con una escena magníficamente ambientada. Es esa sutileza artística la que se mantiene durante su extensa duración (2 horas y 26 minutos), sin dejar de lado otros aspectos clásicos del terror en el cine.

Después de 15 años sin hacer horror, Verbinski retoma el género de forma mucho más madura y con basta experiencia en el recorrido, lo que se traduce en mayores conocimientos y mucha más ambición que se refleja en el flujo de la historia. Una narrativa llena de misterios que se van resolviendo de a poco, solo para plantear más y mantenerte con la incertidumbre hasta el último minuto.

Lamentablemente, la larga duración hace que la expectativa vaya decayendo con el tiempo, y el interés por resolver las dudas también se pierde un poco; la falta de humor la hace algo densa también, por lo que cuando la conclusión se acerca, la tensión se fue hace bastante y el enigma fue resuelto por uno mismo, lo que hace repetitivas algunas situaciones reiterativas. De todas formas, es imposible acortar La Cura Siniestra, siendo cada momento, en la visión de Verbinski, relevante,y para el espectador debe serlo también.

Es difícil conectar con el protagonista que caracteriza Dane DeHaan (El Asombroso Spider-Man 2), pero eso es intencional: su actuación como personaje apático y desinteresado de todo más allá de su propio beneficio lo hace perfecto en contraste a la presunta benevolencia del antagonista (Jason Isaacs), que con su acento suizo (a ratos parece olvidarlo) y su mirada preocupada te hace sentir que estás en buenas manos, al menos en un principio. Mia Goth (Nymphomaniac. Volumen 2) es la elección perfecta para el papel, con un rostro que refleja inocencia y juventud logra expresar la confusión que siente por su mundo, además de hacer muy incómoda la relación de los otros personajes con ella y su infantil aire.

Lo que La Cura Siniestra carece de solidez narrativa lo tiene en su ambientación. Una película muy verdosa que al espectador le resultará sumamente atractiva, contando con planos y proporciones precisas que al ojo especializado, y al común de la gente también, le parecerán un deleite visual.

Otra razón muy importante que hace fluir el filme de forma correcta es su banda sonora, llena de cuerdas, pianos y sonidos orquestales que se repiten variando su interpretación un poco, siendo un factor relevante a la hora de generar la tensión y sugestión necesarias en una película así.

La Cura Siniestra es una película distinta a lo que hemos visto antes, y es el resultado de una mente creativa (parte del mérito va a  Thomas Mann, autor de La Montaña Mágica (1924), libro del que está sacada parcialmente la idea), con ideas nuevas y refrescantes, sumadas a un presupuesto abultado, alejado de lo que se habría esperado de su director por la premisa original. El esfuerzo es admirable, la idea es noble y, a pesar que el camino es un poco tembloroso, su intención provocativa se concluye como una gran ejecución, visualmente perfecta y con actuaciones más que sólidas.

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