[Reseña] «La Desaparición»: La cruda corrupción del aislamiento

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Si bien es común que los thrillers sean vendidos como «inspirados/basados en hechos reales», rara vez estos son promocionados como «basados en hechos reales nunca resueltos», y es efectivamente esa incógnita abierta la que hace de «La Desaparición» («The Vanishing»), una película bastante intrigante por sí sola. Pero, ¿logra su historia hacerle justicia al misterio?

Sinopsis: En una deshabitada isla alejada de la costa escocesa, tres vigilantes de un faro llegan a cumplir sus labores. A medida que asimilan su rutina, algo inesperado ocurre: descubren un cofre sellado entre las rocas. Las cosas se complicarán cuando avistan un barco que podría tener todas las respuestas, desatando una tensa batalla por sobrevivir, alimentada por el aislamiento, la paranoia y la codicia, que llevará a tres hombres honestos por el camino de la destrucción.

Primero que nada, hay que contextualizar con un poco de historia. «La Desaparición» es una historia ficticia que especula los sucesos ocurridos detrás del misterio de los cuidadores del faro de las islas Flannan en Escocia. Este caso data del año 1900, en el cual los operadores de turno a cargo del faro, James Ducat, Thomas Marshall y Donald McArthur, desaparecieron sin dejar rastro alguno y jamás fueron encontrados, volviéndose así, parte de uno de los misterios marítimos escoceses más conocidos.

Con una base tan interesante como esa, la verdad es que la «explicación» que ofrece la película dirigida por Kristoffer Nyholm (en su debut cinematográfico) y co-escrita por Celyn Jones y Joe Bone, es una bastante humana y con los pies en la tierra, que destaca por la tragedia y el pesar psicológico que sufren los personajes, y que por lo mismo, es una decisión que se aplaude, siendo que se pudo haber tomado una ruta más enfocada en lo paranormal y más convencional.

Sin embargo, con esto dicho, a pesar de que el trailer vende un misterio bastante interesante, hay que aclarar que el tono que este presenta dista mucho de ser la realidad de la cinta, ya que si bien la historia es, en esencia, un thriller, hay en su mayoría un enfoque en el aspecto dramático de los sucesos que ocurren, donde la parte de mayor tensión recae en el conflicto psicológico de los personajes, pero no puede ser realmente calificada como una película de terror o esencialmente de suspenso. El guión está bien formado, pero tiene una progresión lenta con un enfoque claro en la evolución de sus personajes, y es por lo mismo que puede no llegar a ser del gusto de todos.

A pesar de esto, la dirección está sumamente bien lograda, y las actuaciones de los tres protagonistas es sin dudas meritoria del precio de entrada por sí misma. Peter Mullan (de la serie «Ozark») hace un impecable trabajo como el viejo Thomas Marshall, ya que es probablemente el personaje que enfrenta las mayores encrucijadas psicológicas y morales, al ser quien tiene más responsabilidades y poder de decisión como líder del grupo.

Por otra parte, Connor Swindells (en su debut como actor) también trabaja muy bien como Donald McArthur, quien al ser el más joven y novato del grupo, es quien debe enfrentar el mayor peso de la realidad de los sucesos en los que se ve envuelto.

Pero ciertamente, quien más deslumbra es Gerard Butler («300») como James Ducat, ya que destaca por una interpretación soberbia, muy sutil, pero perturbante a momentos, del único hombre del grupo cuya sanidad mental se pone al borde del abismo conforme se da la película, y con ello, le da al actor escocés el rol -en mí opinión- mejor logrado de su carrera (si consideramos que Leonidas es un gran personaje pero lejos de ser sutil).

Asimismo, no se puede pasar por alto la hermosa cinematografía de Jørgen Johansson, que por un lado muestra tanto la belleza de la remota isla y la humildad del faro, mientras que por el otro también logra transmitir de forma sutil y progresiva, una sensación de aislamiento que produce un constante miedo psicológico, ya que te llegas a sentir tan encerrado y atrapado como los protagonistas.

Para resumir, «La Desaparición» es una película que sorprende por la historia sutil que opta por contar en vez de ser una explicación convencional y barata de un gran misterio de la cultura escocesa. Si bien, su sentido del realismo podrá no ser del gusto de todos, su gran dirección, tremendas actuaciones y bella cinematografía, son suficientes para garantizar una experiencia satisfactoria para aquellos amantes del cine que buscan vivir una experiencia psicológica distinta a lo que acostumbran.

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