[Reseña] «La Novia»: Pidan el divorcio

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No todos los días nos vemos frente a estrenos europeos en la cartelera general, y mucho menos producciones que vengan directamente de Rusia. Pero si bien en un pasado hemos visto increíbles películas de contenido como lo fue «Leviatán» en 2015; «La Novia» («Nevesta»), del director Svyatoslav Podgayevskiy («Cuadra 18»; «Reina de Espadas: El Rito Oscuro»), es claramente un ejemplo del cine ruso que no debería llegar a salas internacionales.

Sinopsis: La joven Nastya (Viktoriya Agalakova) acepta ir al pueblo natal de su novio Ivan (Vyacheslav Chepurchenko) para conocer a su familia. Cuando llega al lugar, se da cuenta que los familiares de Ivan son muy extraños y el lugar está lleno de espeluznantes fotografías. Pese a todo, Nastya se tranquiliza y confía en que pronto se va a casar y será feliz junto a su amado. Pero, Ivan desaparece y ella acaba siendo preparada para una misteriosa ceremonia que debe llevarse a cabo antes de la boda.

El problema principal del cual derivan la gran mayoría de las otras fallas de la película, es que la historia nunca tiene un foco claro sobre lo que quiere contar. La sinopsis que les detallé es la más fidedigna en grandes rasgos a la narrativa de la película, la cual entremedio recurre a varios flashbacks a la Rusia imperial para explicar un misterio sobrenatural que nunca desarrolla visualmente del todo.

El motivo por el cual la historia resulta confusa, es porque hay un claro problema de edición en la cinta, dado que muchas veces los personajes saltan a conclusiones o actúan como si hechos cruciales ya hubieran ocurrido fuera de cámara, pero en ningún momento la historia alude a cuándo ni a cómo sucedieron, sino que esperan que nosotros lo asumamos. Si bien soy alguien que respalda fielmente las decisiones de los cineastas de no dar todo con una cuchara, sino dejar que el espectador interprete y conecte los puntos entre la historia; esta definitivamente no es la manera de hacerlo, porque hay que saber bien qué es lo que se puede cortar de manera dispensable y qué es lo necesario para que la película fluya. Aquí el director claramente no tenía la menor idea, y por consecuencia, tampoco el editor, y mucho menos la audiencia; y sé lo que digo, porque una vez que terminé la película, logré comprender bien todo lo ocurrido una vez visto el trailer y leído la sinopsis (varias de las múltiples que hay, ya que no hay una forma clara de resumir esta historia).

Por otra parte, el nivel de producción es pésimo en todo sentido. En el minuto en que la película abre, nos encontramos con una resolución de cámara que suscita una esencia a las películas de televisión por cable que vemos en «Studio Universal» o en el «Hallmark Channel», pero por ningún minuto parece una película con presupuesto de producción hollywoodense. Todo lo que ocurre parece barato, desde la iluminación, a la producción de sets y efectos especiales; nada nos hace asimilar un sentido de realismo.

Asimismo, para ser una película de terror, falla miserablemente en su propósito, ya que su horror se basa exclusivamente en jumpscares, que ni siquiera hay muchos, y cuando los hay están terriblemente editados y filmados, ya que en su mayoría ocupan la técnica de adelantar lo captado en cámara, para que parezca que actúa de manera sobrehumana, sea un espectro flotando hacia el lente con una rápida velocidad, o una entidad gritando un eco espectral. Nada asusta y nada convence, ni siquiera te hace moverte como para poder despertarte un poco del aburrimiento que estás viendo en pantalla.

También cabe mencionar que las actuaciones son sumamente básicas y muy poco notables. La gran mayoría de la película consiste en seguir a nuestra protagonista, que se pasea por los escenarios con exactamente el mismo rostro de incertidumbre y miedo hasta que efectivamente ve algo que la haga gritar. Más allá de eso, no se puede aspirar a ninguna otra emoción; mientras que el resto del reparto se dedica a mostrar caras serias y miserables…y eso es realmente todo el rango de emoción que hay.

Para resumir, «La Novia» es el ejemplo de un proyecto que ejecutó todas su herramientas mal; no ocupa su edición a su favor sino en su contra, y termina entregando una historia que resulta confusa y llena de dudas que nunca son respondidas a raíz de escenas que nunca son mostradas ni aludidas. Asimismo, contando con actuaciones sumamente estáticas y básicas, y una carencia remota de horror en lo absoluto, esta película es una que no merece su tiempo ni en la pantalla grande ni en la chica, y todo vínculo con ella, probablemente merece ser cortado mediante el divorcio que indudablemente merece.

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