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«Spider-Man: Lejos de Casa» («Spider-Man: Far From Home») tenía un gran peso con el que lidiar. Por un lado, sería la película que pondría punto final a la exitosísima Fase 3 del Universo Cinematográfico de Marvel (MCU) sólo unos meses después del estreno de «Avengers: Endgame». Por el otro lado, la cinta también debía estar a la altura de su predecesora, «Spider-Man: De Regreso A Casa», la cual fue una entrega sumamente refrescante, tanto para el personaje, como para el género de las películas de superhéroes; con una vibra de comedia adolescente en el estilo clásico de las películas de John Hughes («The Breakfast Club», «Pretty in Pink»). ¿Estuvo a la altura de las expectativas?
Sinopsis: Peter Parker decide irse junto a MJ, Ned y el resto de sus amigos a pasar unas vacaciones a Europa. Sin embargo, el plan de Parker por dejar de lado sus superpoderes durante unas semanas se ven truncados cuando Nick Fury lo contacta para solicitarle ayuda para frenar el ataque de unas criaturas elementales que están causando el caos en el continente. En ese momento, Parker vuelve a ponerse el traje de Spider-Man para cumplir con su labor.
Resulta muy grato sentir que «Spider-Man: Lejos de Casa» no sólo es una secuela más que digna a su chistosísima entrega anterior, sino que también es el endulzante de paladar más preciso que se pudo haber tenido después del mar de emociones que resultó ser «Avengers: Endgame», ofreciendo tanto una experiencia llena de entretención y risas, como un cierre más que satisfactorio para la importante Fase 3.
Sería redundante hablar a estas alturas de lo bien que Tom Holland («Lo Imposible») interpreta a Peter Parker, aportando su tradicional carisma, sentido del honor, ingenuidad y vulnerabilidad en una versión de Spider-Man que es -a mí parecer- la encarnación más empática y nostálgica del personaje en la pantalla grande.
Asimismo, la química entre su personaje y el de MJ (interpretada por Zendaya de «El Gran Showman») está muy bien lograda, con un balance muy bueno entre el romanticismo juvenil y la comedia adolescente, que cementan una relación que promete mucho a futuro.
Sin embargo, probablemente la actuación más esperada de la cinta es la de Jake Gyllenhaal («Animales Nocturnos») como el icónico «Mysterio». El actor llena al personaje de carisma y de una tridimensionalidad bastante interesante, dando así, vida a una encarnación no antes vista en la pantalla grande, que resulta una interpretación más que satisfactoria para aquellos fanáticos del personaje, como una perfecta introducción para aquellos que lo ven por primera vez.
Por otro lado, el guión funciona sumamente bien gracias a la ligereza de su historia, que nos sitúa en una narrativa más local como lo han hecho diversas películas de Marvel («Thor», «Ant-Man»), que se ve potenciada por un gran manejo de la comedia (el humor de esta cinta es chistosísimo), entretenidas escenas de acción, y por sobre todo, una comprensión precisa del titular superhéroe arácnido y sobre cómo este puede crecer como persona con el tiempo.
Si pudiese observar un criticismo, sería el que precisamente al sentirse como una historia más pequeña que la de sus contrapartes más épicos (la saga «Avengers», «Guardianes de la Galaxia», etc…), puede que algunos la sientan más ligera y por ende algo menos llenadora que lo que han logrado películas anteriores de Marvel.
En resumen, «Spider-Man: Lejos de Casa» es una muy bienvenida adición al canon del MCU, llena de comedia hilarante, grandes personajes, tremendas secuencias de efectos especiales, y especialmente, una aventura entretenida y digna del amado Hombre Araña. Para no perdérsela (especialmente las escenas post-créditos, que son de las mejores que se han visto en mucho tiempo).
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