[Reseña] «Tzolk’in» – Juego de mesa

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Aunque muchos juegos de mesa tratan temáticas de fantasía y ciencia ficción, también existen los que prefieren apegarse a nuestro mundo y utilizar elementos históricos dentro de su jugabilidad. Así que vean las fechas de sus calendarios, preparen las cosechas y seleccionen a su próximo sacrificio, porque hoy vamos a analizar “Tzolk’in”, una de las nuevas adquisiciones de Devir Chile.

La civilización maya fue una de las más grandes de la historia. Prosperaron durante mucho tiempo y, en el proceso, lograron progresos significativos en numerosas áreas. Comenzaron como un pueblo agrícola, cultivando maíz, para después construir pirámides y grandes ciudades.

Los mayas eran muy religiosos, y sus creencias religiosas son bien conocidas por ser muy elaboradas. Además, algunos de los mayores logros de los mayas fueron en los campos de la ciencia y las matemáticas. Ellos determinaron el uso de cero y desarrollaron un calendario de 365 días.

Utilizaron su famoso calendario para tratar de predecir eventos futuros, así como eventos astrológicos. También crearon una forma de escritura que fue muy útil y conservaron registros de su historia. Finalmente, hicieron avances en astronomía y tuvieron algunas de las arquitecturas más impresionantes de la historia.


COMPONENTES DEL JUEGO



JUGABILIDAD


En términos de jugabilidad, Tzolk’in es un juego largo, de unos 90 minutos o más, y complejo, por lo que no es fácil explicar rápidamente como funciona. Por eso mismo es que ahora revisaremos superficialmente las mecánicas del juego.

Cada jugador comienza con un conjunto de trabajadores y algunos recursos iniciales (asignados aleatoriamente en base a una ficha). Durante su turno, el jugador activo puede realizar una de las siguientes acciones:

Colocar trabajadores: un jugador puede colocar cualquier número de trabajadores de su reserva en uno de los 5 engranajes. Por cada trabajador colocado más allá del primero, el jugador debe gastar una cantidad de maíz. Además, un jugador debe colocar a su trabajador en el primer espacio del engranaje. Si ese lugar está ocupado, puede colocarlo en un lugar más adelante, pero deben pagar más maíz por el privilegio. Un jugador puede colocar tantos trabajadores como lo desee.

Recuperar trabajadores: si un jugador no tiene trabajadores libres para colocar (o simplemente no quiere colocar ninguno), puede recuperar a cualquiera o todos sus trabajadores de los engranajes. Cuando se recupera un trabajador, toma los recursos de cualquier espacio en el que se encuentre el trabajador. Dos de los engranajes proporcionarán recursos al jugador. Los otros dos permitirán a los jugadores obtener beneficios, como investigar tecnología, construir edificios o conseguir más trabajadores. La rueda final ayudará al jugador a obtener más puntos de victoria y avanzar en el templo.

Después de que cada jugador haya tomado su turno, el jugador inicial gira la rueda central un «diente» en el sentido de las agujas del reloj. Esto hará que todos los demás engranajes se giren y muevan a los trabajadores. El jugador debe planificar cuidadosamente para poder recuperar a sus trabajadores cuando lleguen a la ubicación adecuada.

El juego durará una vuelta completa del engranaje central principal. Una vez que los jugadores regresen al marcador de inicio, el juego termina y el jugador con más puntos es el ganador.


ANÁLISIS: 


Aunque las reglas de Tzolk’in no son necesariamente difíciles de aprender, jugarlo es todo un tema. Debido a que existen muchos elementos dentro del tablero y las primeras veces se puede ver todo muy complejo y abrumador.

El tablero tiene los reconocidos engranajes, pero además, el mercado de edificios, los árboles de tecnología y las pistas del templo. Cada una de esas secciones está llena de símbolos y lugares para que los jugadores se muevan. Son demasiados elementos para tener en cuenta, en especial cuando los jugadores son nuevos.

Pero con un poco de tiempo el juego se volverá más fluido, y mucho más importante, más diverso. Debido a que el juego tiene un ritmo en donde si no entiendes algo, tiene otras acciones que hacer, y después los jugadores aprenderán nuevas alternativas y caminos. Por lo que es un juego bastante entretenido para jugarlo con personas nuevas e ir descubriendo cómo funcionan las mecánicas juntos.

Tzolk’in es un juego que no incorpora muchos elementos basados en suerte. Todo está disponible frente a ti (incluso sabes casi con precisión cuándo terminará el juego), solo tienes que decidir qué camino tomar. Para algunas personas, que odian la suerte o la aleatoriedad, esta será una gran ventaja. Tendrá todos los elementos bajo su control durante sus turnos, y su planificación cuidadosa (o la falta de ella) decidirá su destino. Puedes ser tan estratégico como quieras y no hay nada que pueda detenerte.

El problema que esto genera, es que la mayoría de los juegos de mesa incorporan componentes aleatorios para poder crear variaciones. En este caso, lo único que puede variar son, los recursos con los que inicias el juego, y los edificios que están disponibles para comprar, por lo que el juego de repente se siente poco diverso. Esto lo contrarresta con tener muchos elementos y caminos para ganar recursos y puntos, por lo que siempre tienes nuevas cosas que hacer.

Y creo que esto ultimo es lo que hace que Tzolk’in sea un juego tan divertido. El hecho de que haya tantos caminos hacia la victoria, y muy poca información escondida, hace que sea una joya para un jugador que adora un juego de estrategia profundo e intenso. Los jugadores deberán planificar sus movimientos varias vueltas por adelantado. Debes saber en qué rueda colocar a su trabajador y calcular cuántos giros tienes hasta que los saques. El juego tiene tantas partes móviles que los jugadores realizarán algunos cálculos mentales difíciles una vez que estén trabajando con un mayor número de trabajadores.

También debo señalar que la interacción del jugador en Tzolk’in será mínima. Aparte de que alguien tome un edificio que deseas o un lugar específico en la rueda, sus giros serán bastante autónomos. Simplemente no hay mucho en el juego (cartas de acción, habilidades especiales, etc.) que interactúe con tus adversarios. Por lo que el juego se basa mucho en planear y ejecutar lo más rápido posible el plan.

En términos de los componentes, son de excelente calidad. La mayoría de ellos son hechos de madera, por lo que son sumamente durables. Además, el sistema de engranaje, la parte central del juego, es un excelente elemento, funciona perfectamente y nunca se siente atascado o frágil, es firme y bien implementado.

Por otro lado, la temática del juego aplica muy bien la cultura maya. Nos muestra como el maíz es el recurso más importante dentro de la civilización, el uso de sacrificios para obtener el favor de los dioses, e incluso, la incorporación del calendario como la mecánica central del juego, en donde debes planear constantemente tus movimientos a futuro.

Tzolk’in hace muchas cosas bien y atraerá a muchos jugadores. Cualquiera que busque un juego que impulse tus habilidades para planear con anticipación lo pasará en grande. Hay una curva de aprendizaje y Tzolk’in no tolera demasiados errores del jugador. Pero la habilidad de aprender y descubrir nuevos caminos es siempre divertida.

El juego contiene tantos elementos con los que puedes interactuar, que permite partidas diversas a través del tiempo. Tal vez en una quieres recolectar una buena cantidad de maíz y poder tener la mayor cantidad de mejoras posibles, y para la siguiente prefieres dedicarte a ganar puntos rápidamente utilizando los sacrificios del templo. Esto permite una buena variedad en términos de jugabilidad, en especial cuando se juega de a 4 jugadores. Todo esto hace que Tzolk’in sea una muy buena adquisición para cualquier persona amante de la estrategia y las opciones.

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