[Reseña] «Venom»: La apuesta en solitario del simbionte de Marvel

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A la hora de hacer una adaptación hay ciertos elementos que no pueden quedar fuera. La cinta no puede ser un calco del material original, ya sea este un cómic, libro o manga; identificar lo esencial de cada historia y replicarlo es fundamental para lograr transmitir de manera efectiva la idea original, aunque sea en otro formato y en condiciones totalmente diferentes.

Cuando Sony Pictures reveló la ambición de construir un universo cohesionado en torno a los personajes más populares de Spider-Man no estuvo claro si estaban decididos a hacerlo con o sin el arácnido. En orden de crear buenas adaptaciones, creo que la decisión correcta sería introducir a Spidey, aunque fuera de forma sutil, en la creación de estos personajes, los que, dicho sea de paso, son muchas veces consecuencias de los actos del héroe en su cómic en solitario.

Bueno, Sony decidió recorrer el otro camino y apostó por la creación de un universo cohesionado independiente y autónomo, sin la necesidad -hasta el momento- de crossovers y la aparición del arácnido. “Venom” es el primer resultado de esta decisión y, aunque a minutos parece gritar desesperadamente “¡Tráiganme al cabeza de red!”, me atrevería a decir que su problema principal va más allá de la ausencia de Peter Parker.

Sinopsis: Venom es uno de los más despiadados y peligrosos supervillanos del universo de Marvel Cómics. Este simbionte alienígena es además uno de los principales enemigos de Peter Parker, alias Spider-Man. Esta película de acción, terror y ciencia-ficción supone el inicio de un nuevo universo propio de Sony Pictures, a partir de los personajes más conocidos de El Hombre Araña.

Me gustaría comenzar diciendo que no encontré “Venom” tan mala como la pintan. Esto, ya que, a pesar de sus evidentes fallos, fui capaz de disfrutarla y pasarla bastante bien en el cine. Creo que ser fanático del personaje y poder verlo realmente en acción por primera vez tienen algo que ver con eso.

Sin embargo, con el tiempo fue inevitable comenzar a ver, poco a poco, varios errores que A) se podrían haber evitado fácilmente y B) lamentablemente convierten a “Venom” en una película que no está a la altura de las adaptaciones de hoy en día.

Dentro de las cosas positivas de la película, destaco la manera en que, aun estando muy lejos de la historia de los cómics, el guión logra dar una explicación decente a qué son y qué hacen los simbiontes. Al no tener a Spider-Man, la historia de orígenes de Venom y Brock -incluso su relación- es totalmente diferente, pero reuniendo ciertos conceptos del cómic “Protector Letal”, Sony se las arregló para crear una historia bastante sencilla, pero que funciona muy bien para quien va en búsqueda de una película de acción. Sin embargo, esto podría no ser muy del gusto de los lectores más acérrimos de cómics.

Por otro lado, una cosa que se logró adaptar muy bien es la estética y la brutalidad del personaje. Ver a Venom en acción y devorando cabezas es algo impagable, y más aún cuando esta vez la narrativa está enfocada 100% en él. Si eres fanático/a del personaje, vale la pena ver la cinta por las brutales escenas de acción, que de seguro te recordarán a las viñetas más conocidas de Venom.

Entrando en la zona negativa de la película, es necesario decir que el guión es uno de los puntos más bajos. La trama se demora en arrancar y el arco argumental de los personajes está claramente disminuido por un recorte de metraje que, debido a una edición pésima, no pasa inadvertido. Además, hay un montón de cosas y resoluciones sin sentido que le quitan peso al drama que la película trata de transmitir.

La actuación de Hardy es impecable, no tengo nada que decir. Uno de los puntos fuertes de la película justamente es su presencia y la manera en que se relaciona con el simbionte, esta «voz» en su cabeza que le dice que hacer. La relación cae a ratos en un humor simple y conflictos que se solucionan rápidamente, pero más allá de eso, logra demostrar que son un equipo que debe trabajar en conjunto para que las cosas funcionen.

Opuesto al héroe -anti-héroe en este caso- se encuentra el villano, Carlton Drake, quien no brilla como debería y se convierte en un personaje desechable y lleno de clichés. Interpretado por Riz Ahmed, Drake está constantemente dando largos discursos sobre sus planes y motivaciones, pero incluso con eso no es posible empatizar con él y entenderlo más allá del pensamiento de que “es malo, porque es malo”.

Aún así, es entendible que la cinta de orígenes tenga un villano efímero, ya que la atención está enfocada en el protagonista, al más puro estilo de Marvel Studios.

En conclusión, “Venom” no es el bodrio que todos dicen que es. La cinta no tiene mayores revelaciones en su trama, presenta vacíos argumentales y carece de un villano memorable, pero ofrece escenas de acción sólidas -que hacen olvidar a ratos el guión- , una oportunidad para ver a Brock y Venom tomar la justicia por sus manos de la manera más violenta posible y además funciona muy bien como la primera parte de algo más grande, que si logra no repetir los errores que sepultan «Venom» podría brillar en un futuro no muy lejano.

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