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Siempre he sido fanática de las series, desde que partí viendo Supernatural y Smallville en la televisión abierta, hace buenos años atrás. Mi primer acercamiento con las series de entorno médico fue House, y una vez llegada a su fin en el año 2012, en mi corazón quedó un vacío que necesitaba ser llenado; así, poco más de un año después, partí con Grey’s Anatomy.
Si bien, había visto un par de capítulos sueltos alguna vez haciendo zapping, me había resistido durante mucho tiempo a esta serie por el solo hecho de que llevaba ya mucho tiempo al aire (se estrenó el 2005, sólo un año después que House), y por lo tanto, tenía mucho con lo que ponerme al día. Pero las circunstancias de la vida me llevaron a tener un buen periodo de tiempo libre sin nada en que ocuparlo, y bueno, las series son siempre buenas compañeras, y así me devoré 10 temporadas en sólo unos cuantos meses, y me atrapó a un nivel tal, en el que hoy veo capítulos sin subtítulos solo para estar al día, ansiosa por que la nueva temporada llegue al cable.
Por si no la conocen, les hago un pequeño resumen:
La historia se basa en un grupo de residentes que llegan a hacer su pasantía al Hospital Seattle Grace, intentando cumplir las expectativas de los destacados y exigentes médicos residentes a su cargo, sometidos a una exigente rutina y una demandante profesión, al mismo tiempo de que intentan sacar a flote su vida personal, forjando amistades y relaciones, nada exento de drama. La protagonista, la interna de uno de los programas más exigentes de Harvard, Meredith Grey, es quien en su mayoría nos relata cómo se va desarrollando todo este cuento.
Pero, ¿Qué es lo que me conquistó?
(Nota: Usaré a House como referente para facilitar las cosas, sé que muchos de ustedes la conocen)
La mezcla perfecta
Si buscas en google, en muchos sitios se describe a Grey’s Anatomy como la mezcla perfecta entre Sex and the City y Dr. House, esto porque incluye todos los dramas amorosos y sociales de la primera, pero con el indispensable enigma médico de la segunda, volviéndose inmensamente atractiva. El drama te hace necesitar el seguimiento de un capítulo a otro, o sino te pierdes la historia (no como en House, que puedes tanto seguir la serie, como ver capítulos de manera independiente), pero te presentan enigmas médicos interesantísimos y siempre desafiando a la medicina actual, de mano del equipo médico más vanguardista de todo Seattle.
Evolución de los personajes
Como ya se habrán dado cuenta en la nota de Breaking Bad, este es un aspecto importante para mí en cuanto a las series. Me encanta ver como los personajes evolucionan a medida que la serie avanza, y en esta serie se hace notar, sobre todo en miembros como Karev. Además, es una serie que ha sufrido muchos recambios en el cast, pero han sabido adaptar la historia, de modo que varios de estos añadidos incluso se han transformado en los favoritos de varios.
Innovación médica
Estudio una carrera del área de la salud, por lo que me conquistaron los casos que más que ser extraños (como en House), se resuelven de manera innovadora. Además, otra cosa que me encanta es que involucra personajes de todas las áreas clínicas, lo que hace mucho más diverso el desarrollo de los casos clínicos.
Cliffhangers (Escenas finales que generan suspenso y conmoción)
Me encantan las series y películas de drama, pero por sobre todo me gusta el suspenso. Me encanta cuando estoy sentada viendo un capítulo y de repente aparece un plot twist (giro intenso y sorpresivo en la trama) que me deja boquiabierta y sentada al borde del asiento, ¿Y qué mejor que esto ocurra al final de la serie? Así es casi una obligación ver la temporada siguiente.
La música
Me encanta la música media indie que ponen, y esa especie de rito de Meredith y Cristina de bailar los malos ratos. Lo incorporé a mi filosofía de vida.
Una directora para poner atención
Shonda Rhimes es una premiada productora y escritora de televisión, y sigue triunfando en series como «How to Get Away With Murder» y «Scandal».
Un montón de elementos que para mí hacen la serie algo más que destacable, y que no por nada se mantiene después de tantos años al aire. Y si bien hay muchos que dicen que la serie no es lo que era antes, a mí me sigue encantando y emocionando con cada capítulo, tanto como para seguir la emisión de Estados Unidos. Y ustedes ¿La siguen?¿Qué opinan?
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