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La agencia “Vivieron Felices Para Siempre” es una organización secreta dedicada a brindar a cada historia, un final feliz.
Mientras que Roja entrena en una locación secreta junto a “Las Hermanas de la Caperuza”, la agencia “Felices para siempre”, comandada por su jefe Nicky Girón, debe enfrentar una nueva amenaza: el secuestro de Hansel y Gretel.
Pero la Abuela, el Lobo y Twitchy, no son capaces de enfrentar esta misión por si solos, por lo que Roja deberá interrumpir su entrenamiento para ayudar a su equipo.
Las segundas partes gozan de mala fama. Algunas solo quieren aprovechar la fama de la primera entrega, otras son un bien (o un mal) necesario y por supuesto: “falta de creatividad”, aunque siempre hay excepciones.
¿Quién llamaría a sus hijos Hansel y Gretel?
El plus de la primera parte de esta saga radicaba en su innovadora forma de relatar la tradicional historia de “La Caperucita Roja”, donde todos los personajes se veían envueltos en un crimen, presentando los hechos según la versión de cada uno.
A pesar de no tener un guión tan elaborado, que profundizará más en los aspectos personales de los protagonistas, la cinta destacaba por esa particular forma de contarnos el clásico cuento infantil, lo cual, se pierde en esta segunda parte.
Tras los sucesos acontecidos en la primera parte, ahora los personajes forman parte de la agencia “Felices Para Siempre”, realizando peligrosas misiones en equipo. Es por esto, que Lobo se vuelve el compañero de labores de Roja, insertos en una intriga inspirada en las películas de espías.
Olvídalo, no va a cruzar mi puente una niña con cápita roja.
La cinta no tiene relación alguna con el cuento original de “La Caperucita Roja”, salvo el alcance de nombres con los personajes. La esencia y originalidad de la primera entrega se pierde y da paso a una trama básica y simple, convirtiéndose en una parodia barata; con guiños y referencias a cintas como Kill Bill, Misión Imposible, Hannibal y la serie de los 70, Starsky & Hutch.
La cinta resulta simple y rápida, fácil de digerir. Cumple con las expectativas básicas de los más pequeños, pero se pude tornar un tanto irritable para lo más grandes; con una banda sonora sin mucha gracia y un doblaje mexicano que deja bastante que desear. Aunque los adultos serán los únicos que capten los guiños y los ataques “poco subliminales” a Disney (según criterio personal de quien les escribe).
Ideal para los más pequeños, o quienes gusten de las películas de animación.
Simpática.
Pastitoway.
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