[Crítica] “Los Pitufos″: Pitufi-Sorpresa

La revolución de los seres azules ha llegado. Y no, no estamos hablando sobre Avatar de James Cameron, sino que nos referimos a los primeros personajes azulinos mundialmente conocidos de todos los tiempos; Los Pitufos. Pues al encontrarnos en una época donde hacer remakes está de moda, estos pequeños protagonistas se abren espacio en la cartelera para dejar una gran pitufi-huella a su paso. Un estreno amistoso y familiar, especial para grandes y pequeños.

Para aquellos que no los conozcan, los Pitufos son personajes creados por Pierre “Peyo” Culliford como una serie de comic a finales de los años 50, en esta se narra la historia de unos pequeños seres azules pertenecientes a la mitología popular y de los cuales se cree: otorgan buena suerte. Aunque dicha entrega es un gran triunfo, Los Pitufos consiguieron ser reconocidos a nivel mundial en el momento en que “Hanna-Barbera” realizó una serie animada durante los años 80. Desde entonces, esta se ha retransmitido de generación en generación hasta el día de hoy.

En esta adaptación nos encontraremos con que el Brujo Gargamel y su gato Azrael al fin han dado con su objetivo, la aldea pitufo. Sin embargo, un mágico suceso transportará, a algunos de los azules amigos y a su eterno cazador, al mundo actual. Específicamente a Nueva York, lugar totalmente desconocido para ellos y donde nuestros azules protagonistas tendrán que arreglárselas para evitar ser vistos por los humanos, escapar de Gargamel y por si fuera poco, tratar de volver a su pitufi-hogar.

Llegando al mundo actual, además, nos encontramos con la sub-trama sobre un joven matrimonio, quienes serán los encargados de recibir y ayudar a los pitufos. Y aunque estos últimos ayudan a entregarle más importancia a los valores familiares, en especial a la figura paterna, pierden protagonismo y fuerza dentro de la historia general, pues aquí los protagonistas son los pitufos y eso se deja claro de principio a fin ya que todo gira y se desarrolla gracias a ellos.

Una agradable sorpresa para todos los fanáticos del original es que en el inicio de la película se parte con el mundo original de los Pitufos, donde podremos reencontrarnos y sorprendernos por la aparición de los personajes que tanto queremos. Cabe decir que pese a usar el recurso ya tan conocido del viaje a un mundo paralelo, se le entrega un giro interesante a la historia con respecto a la razón que une a los dos mundos, es decir, el nuestro y el pitufo. En pocas palabras, se nos entrega una historia rítmica, divertida y perfecta para compartir en familia. Con un final típico pero correcto, el cual logra dejarnos satisfechos.

Sobre los actores humanos se debe decir que han conseguido una correcta interpretación al momento de interactuar con sus coprotagonistas animados, integrando los dos mundos con credibilidad para el espectador. Sin duda, el mejor logrado y que se roba la cámara es Gargamel, quien junto a su gato Azrael, nos brindaran variados momentos de inocente comedia. Por otro lado, se le da importancia a valores tales como el trabajo en equipo y al desarrollo personal que podemos conseguir con un poco de confianza. Mensajes de gran ayuda para niños en crecimiento y una buena guía para contribuir a la crianza de estos mismos.

A su vez, si tuviéramos que hacer un ranking, los momentos más cómicos de la película están protagonizados por Gargamel, pero los Pitufos no se dejaran intimidar, pues aparecerá alguna que otra conversación de doble intención que para los niños pasara desapercibida pero para los adultos alguna sonrisa arrancará.

Su director, Raja Gosnell (Scooby Doo) conoce bien el género de comedia familiar y se nota su correcto manejo al aplicarlo en la entrega de Los Pitufos. Por otro lado, el encargado en la animación es Sony Pictures Animation (Lluvia de Hamburguesas) que nos permitirán un mundo colorido, bien ambientado y capaz de complementar perfectamente la realidad con la animación.

En el caso de los Pitufos y la animación general, todo está bien trabajado y se ha sabido rescatar correctamente la caracterización y personificación de cada azulado personaje. Se debe destacar el trabajo realizado con el gato Azrael, el cual en realidad está caracterizado por dos felinos, uno real y otro animado, pero que en conjunto son capaces de entregar una muy bien lograda vitalidad que se complementa con su amo Gargamel.

Finalmente debo reconocer que no tenía fe alguna en este film, pero después de verla me he llevado una agradable Pitufi-sorpresa y, por tanto, puedo decir sin duda alguna que Los Pitufos son una película muy recomendable, dedicada para la familia y los fanáticos de la serie. Pueden ir a verla ya sea para acompañar al hijo, sobrino o hermano mejor, o simplemente para revivir esos azulados momentos de niñez. Además, con respecto al efecto 3D nos llevamos otra Pitufi-sorpresa, pues a diferencia de lo que se ha estrenado últimamente, en esta ocasión si se usa el efecto para enfatizar los momentos claves de la historia, entregando planos realmente interesantes. Pero, aun así, no es primordial.

Stephanie V.B.