[Crítica] “Cloud Atlas La Red invisible”: conociéndonos una y otra vez en diferentes tiempos

“Cloud Atlas” es la adaptación de la novela homónima escrita por David Mitchell, la cual hasta ahora era considerada como inadaptable para el formato… y debo decir que tras conocer lo compleja que es, se tenía bien merecido esa consideración.

El film es una historia compuesta por seis relatos, cada uno ambientado en una época distinta y entrelazada por un mismo concepto y mensaje final. Estas historias nos trasladarán alternativamente desde el siglo XIX hasta un lejano futuro post-apocalíptico.

Es una película exigente para el espectador y que por momentos nos sobrecarga de información. Cloud Atlas nos ofrece un viaje sobre el cómo las acciones de una persona pueden impactar en el pasado, el presente y el futuro de otra. De esto, surge uno de los principales problemas del film, ya que constantemente se busca recalcar el mensaje a transmitir con la historia en general, tratando de hacerlo de una forma sutil e incluso difusa, cuando la verdad es que podemos darnos menos rodeos para llegar al mismo resultado.

Pese a esto, Cloud Atlas es una obra artística sin duda, su fotografía y arte es impecable, delicado y hermoso. Cada locación y espacio están muy bien cuidados (durante todas las épocas). En este aspecto, nuevamente, aunque se trate de tiempos diferentes, sigue habiendo una armonía y conexión entre todos los elementos.

Por otro lado, el Maquillaje también está bien logrado, sólo en determinados “tiempos” nos distraemos un poco al tratar de descubrir qué actor es el que se esconde tras la máscara que se ha creado. Por eso, sin adelantarles nada pero dándoles una recomendación para que puedan ver la película tranquilos les contamos que en los créditos se revelará quién interpretó a quién y sabrán qué tan sorprendente pueden ser algunos casos.

Debido a la considerable cantidad de historias y personajes que a veces puede complicar al espectador. Se agradece la presencia de una edición muy bien trabajada, fluida y coherente, todo acompañado por una banda sonora delicada y elegante, lo cual en conjunto refleja a la perfección la premisa que se ofrece: “todo está conectado”. Cabe destacar que de todas las historias, las más interesantes son las interpretadas por Ben Wishaw y Doona Bae, quienes nos capturan a cada momento que aparecen en la pantalla por la fuerza emocional de su relato.

Sin duda, en esta ocasión se nos presenta un proyecto ambicioso que inevitablemente está dedicado a un target especifico, pues exige nuestra completa atención y concentración durante las casi tres horas de duración, lo cual no suele ser de gusto general. Aún así, pese a su complejidad, es una película bien construida, visualmente muy fuerte y capaz de asombrarnos sin duda. No debe ser ignorada.

——–

Si quieres participar por la novela en la que se basa esta película, comenta con nosotros en la siguiente entrada: link