[Crítica] «Glee 3D»: El Concierto de las Emociones

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Gracias a nuestros queridos amigos de “Fox Chile” tuvimos la oportunidad de ver y  disfrutar del nuevo estreno de la semana: “Glee 3D”.           La película, en formato documental, nos relata las vivencias del coro escolar más nerd del momento, basado en la exitosa serie de nombre homónimo, que se transmite por los canales de Fox.            En esta ocasión, la historia gira en torno a la serie de conciertos que realizó el grupo el pasado verano en diversas ciudades de Estados Unidos.

“Glee 3D”, es la idea de Kevin Tancharoen (Director) en su intento de acercar y poder brindar a los miles de fanáticos  y seguidores una experiencia donde pudiesen vivir, ver y cantar como si estuvieran en “New Directions”.     A través de esta premisa, el documental nos muestra como la serie ha influenciado a miles de jóvenes en todo el globo; en sus vidas y en cómo llevarlas sintiéndose orgullosos de ellos mismos con sus atributos y defectos.        Una ocasión que muestra el lado más intimo entre los fans y los actores con sus respectivos personajes; mientras en cada momento del espectáculo, las risas, los gritos y las incansables muestras de afecto se multiplican por mil.

Una apuesta que rescata la idea principal a cabalidad: la de llegar al público, a sus fans con cada movimiento presente durante el  show, con cada aproximación a los fans y por supuesto con cada  una de las letras  de sus exitosos covers y canciones originales.

Una instancia que proporciona algo que muchos fans quisieran vivir: el de estar al lado de sus artistas y personajes favoritos, y que con la adaptación al 3D se logra con excelentes resultados.        Es la ocasión perfecta para sentirse un concierto, a pesar de estar dentro del mismo cine, participando de ese recital que estás viendo en ese instante, una idea que lleva  a otro nivel lo que se ve y escucha.        Una experiencia que muchos fanáticos agradecerán sin duda, tanto o más como cada una de las palabras  dedicadas por los integrantes del documental hacia los fans en el detrás de cámara.

Por lo demás, la sabia  incorporación de las historias personales de algunos seguidores le entrega un punto de comparación y de inflexión importantísimo a la película, con esto me refiero a esa conexión entre  las experiencias y sucesos que  surgen en la serie, pero que también ocurren en la vida real; una analogía  que hace la pausa entre exitosas canciones de la serie con las opiniones vertidas en el Backstage.

Un espectáculo que sobresalta con una gama de  luces que impresiona, con presentaciones  individuales y colectivas que demuestran el verdadero talento del grupo de jóvenes, con un juego icónico y digital.       Un documental que rescata tanto los valores, como la inspiración musical en que siempre se han basado y eso gusta y se agradece.

“Glee 3D” tiene un punto a su favor; al mostrar escenas de los conciertos permite que el 3D haga bien su trabajo.    Se logra el efecto de realidad, transportando al espectador al concierto mismo.      A ratos, el espectador se olvida que está en una sala de cine.

PD: Si ven Glee 3D, esperen a que la película les diga cuando pueden levantarse y marchar.   Sí confían en sus instintos podrían cometer un grave error.

Buena.

Cornamenta.

4 Comentarios

  1. atalia budini dice:

    si! nadie se vaya cuando empiezan los créditos que ese no es el final 😉

  2. Max Torres dice:

    odio esta serie ._. !!
    ! asi que no veria esta pelicula, concierto o lo que sea D:
    mejor gastar dinero en ver algo que valga la pena

    • pedro cereceda dice:

      Me parece valido tu comentario.Pero creo que para eso esta la libertad de elegir que ver o en que gastar tu dinero.La serie no es mala en lo que se enfoca: la música.Es una excelente forma volver a escuchar esos temas clásicos y con contenido y de mostrar a la gente que hay mas musica que el reggaeton. 🙂

    • Pastitoway dice:

      Aunque no lo creas, la «pelicula/concierto» es tan agradable de ver y escuchar que no es necesario ver la serie para disfrutarla. Es un concierto con música de todo tipo, además tiene un valor agregado que hace que a ratos se vuelva una especie de documental, y eso estimado, es lo que vale la pena ver.

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