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No sería para nada erróneo afirmar que «Spider-Man: Homecoming» es uno de los estrenos más esperados de este 2017. El ansiado reboot del carismático superhéroe, nacido de las mágicas manos de Stan Lee y Steve Ditko, mezclará por primera vez el universo arácnido -o al menos parte de él- con el famoso Universo cinematográfico de Marvel, el que por cierto ya consta con 15 películas entre sus filas.
La cinta será dirigida por Jon Watts y cuenta con altas expectativas por parte de los fans. Esto debido a múltiples factores, entre los cuales destacan la acertada actuación de Tom Holland como Peter Parker, la inclusión de personajes de Marvel Studios, abriendo así la posibilidad de ver la interacción de Spidey con otros héroes y la oportunidad de crear una nueva saga que sepa estar a las altura de este emblemático y espectacular super héroe.
Me considero 100% fanático del Hombre Araña. Desde siempre ha sido mi personaje favorito y, debido a sus creencias y la esencia que lo ha forjado durante su longeva existencia, me consta que es uno de los mejores héroes del universo del cómic. Es por eso que me paro frente a Spider-Man: Homecoming con algunas exigencias. Son muchas, ya que creo que Marvel tiene una gran oportunidad, y sinceramente no aprovecharla sería algo que me costaría mucho perdonarles. Sí, llevo el pecho lleno de hype, y acá te cuento lo que espero de la película.
QUE SEA UNA BUENA ADAPTACIÓN
Adaptar un cómic, o un personaje de ellos, a la pantalla grande no es tarea fácil. Creo que esto se debe básicamente a que lo abarcable por una película es considerablemente poco en comparación con todo lo que nos pueden entregar las viñetas. El medio audiovisual es mucho más limitado, y las historias originales se ambientan en un vasto universo, el cual lleva décadas en construcción y constante crecimiento. Sin embargo, soy un ferviente creyente de que sí se pueden lograr adaptaciones exitosas. El director o directora, debe ser capaz de comprender lo que está emulando en la cinta, ya que de esta manera logrará concretar una extensión válida del material original. Es en este sentido que creo que Spider-Man: Homecoming tiene una gran tarea: poder captar y transmitir la bella esencia del personaje, el cual en sus más de 700 números ha dejado un extenso «banco de ideas a adaptar», por así decirlo.
Sí, definitivamente hay que explorar nuevas facetas, visiones e incluso historias, pero considero poco responsable hacerlo dejando de lado descaradamente el material original. Espero que el director y la gente involucrada en la película sepa encontrar un punto medio, un punto de equilibrio. Por favor, ¡dennos al Spider-Man de los cómics, aunque sea solo un poquito, los fanáticos lo merecemos!
DE LO HUMANO Y LO DIVINO
Uno de los puntos constitutivos de Spider-Man, y justamente el que lo hizo sumamente popular por allá por los 60’s, es la perfecta manera en que sus historias mezclan lo humano y lo divino. Nos encontramos frente a un sujeto con unos poderes increíbles, los que le dan la facultad de hacer hazañas que van más allá de la condición física de muchos otros super-héroes. Tiene la fuerza proporcional de una araña, la que lo posibilita levantar hasta 10 toneladas en un máximo esfuerzo. Además de eso cuenta el sentido arácnido, el cual combinado con sus reflejos superhumanos lo convierten en el héroe más ágil de todo Marvel. Todo esto es un punto importante a la hora de crear un personaje, sí, pero los creadores de Spidey pensaron mucho más allá, ya que le otorgaron una dimensión interna desconocida para la época, y que sigue funcionando hoy en día. Se trata de una faceta muy humana, una que sumada a sus fuertes creencias y motivaciones puras resultan en un personaje noble y puro. Un verdadero héroe.
Necesitamos ver a ese Spidey sumamente épico, capaz de entregar hasta su último aliento por sus ideales y por las personas que ama. Que se preocupe de su tía May (lo veo dificil en esta nueva adaptación, pero espero que encuentren la manera de llevarlo a cabo), que tenga que lidiar con su tarea, con un corazón enamoradizo y confuso, y que además de todo ello deba librar diariamente una lucha contra el crimen y el mal en las calles de la gran manzana.
Un joven con grandes poderes y con un alma pura, la cual le mostrará el camino correcto a medida que viva caóticas experiencias.
Un atisbo de ello pudimos ver en las adaptaciones de Sam Raimi. Esperemos que Watts sepa mirar al pasado y tomar en cuenta el acierto de aquella gran saga de tres partes que le dio vida por primera vez al arácnido en la gran pantalla.
(Sí, necesitamos ver la famosa «suerte Parker»)
SPIDER – HUMOR
Es innegable el hecho de que las producciones de Marvel se han identificado, para bien o para mal, con un tono bastante humorístico. Hay seriedad, The Winter Soldier es un claro ejemplo de ello, al igual que las famosas series de Netflix, pero la balanza se inclina claramente hacia la comedia. No me parece este el momento para evaluar si eso es bueno o malo, sin embargo el humor es algo que sí espero de Spider-Man: Homecoming. No me malentiendan, no un humor burdo -al cual lentamente Marvel nos ha acostumbrado- sino que uno elaborado y muy situacional.
Esto se debe a que, básicamente, las viñetas del hombre araña siempre han contado con un tono de ingenio y gracia. Spidey pelea contra sus enemigos, pero a la vez que lo hace gusta de humillarlos y bromear con ellos, haciéndolos pasar un mal rato y muchas veces provocando su ira y odio. La razón de esto fue explicada por el mismísimo Stan Lee, quien declaró que este humor (presente desde los primeros cómics) tiene especial sentido si lo entendemos como un mecanismo del joven Parker para ocultar el miedo ante sus enemigos. Ocurre lo mismo con su característica máscara, la que oculta su constante cara de miedo frente a las potentes amenazas que debe enfrentar.
Espero que hayan puesto atención en este punto, puesto que llevo ganas de reírme al ver la película, pero no quisiera encontrarme cara a cara con chistes malos y forzados. Quiero ver aquella faceta de bufón de Spidey, y que los chistes sean producto de su cómica imaginación.
JUNTOS PERO NO REVUELTOS
Tal como lo indiqué en un comienzo; la inclusión del Hombre Araña a un universo cinematográfico tan extenso como lo es el «UCM» es una de las propuestas fuertes de esta nueva etapa del arácnido. La particular personalidad de Spidey hace posible que su interacción con otros héroes resulte sumamente llamativa para todo tipo de público, y especialmente para quienes ya hemos podido observar su relación con otros personajes en las páginas de los cómics. Aunque estoy muy de acuerdo con que Marvel quiera darle este enfoque a la saga de Tom Holland, me parece peligroso abusar de él y exagerar la colaboración que puedan tener otros héroes en Homecoming y las cintas venideras del trepamuros.
Queremos que Spidey brille por su cuenta, ya que tiene de sobra luz propia para hacerlo. Bienvenido sea Iron-Man o cualquier otro personaje que introduzcan dentro de las historias del lanzarredes, siempre y cuando su aparición se limite a un cameo preciso o un team-up justificado. Está bien que por fin tengamos al trepamuros de vuelta junto a sus compañeros y compañeras, pero no usemos eso como justificación para saturar sus cintas y quitarle la oportunidad de que se robe la película.
UN BUEN VILLANO
Uno de los puntos más flacos de las películas de Marvel Studios siempre ha sido la efímera presencia de sus villanos. El estudio (Kevin Feige, para ser más exactos) declaró que desde un principio han creado las películas con una idea fija: el foco principal pertenece al héroe, no al villano y es por eso que en las superproducciones los nemesis pocas veces sobreviven o simplemente carecen de una construcción sólida y llamativa.
Espero que Spider-Man: Homecoming sea diferente en esto, ya que por muy interesante que sea el trepamuros, este le debe mucho a su amplia galería de villanos, la cual es una de sus principales y más llamativas características.
En este sentido le tengo mucha fe a la interpretación de Michael Keaton como Adrian Toomes, alías «El buitre». En lo poco que he podido ver en los trailers se nota que despliega miedo y respeto. Esperemos que sus motivaciones sean fuertes y claras, que además de eso cuente con una construcción sólida y llamativa, la cual haga que el espectador se cuestione si es que realmente es malo o no. Así como lo hicieron con el maravilloso Doctor Octopus de «Spider-Man 2», el que para quien les habla se configura como uno de los villanos mejor adaptados en la pantalla grande.
BUENAS ESCENAS ARÁCNIDAS
Este es el último punto, ya que se trata de un deseo únicamente ligado a un tema estético. En todas las películas existentes de Spider-Man hemos podido ver como los directores ingenian maravillosas tomas, las cuales son reflejo de la extrema agilidad del joven Peter Parker. Dentro de estas escenas tenemos las que involucran el famoso web swimming el que ya ha sido utilizado de muy buena manera en las anteriores adaptaciones de Spidey, y que además logra ser un verdadero deleite visual para los seguidores del querido cabeza de red.
Ojalá que el director logre concretar escenas parecidas y mejores. Que pueda transmitir la esencia física del Hombre Araña y que aproveche los recursos fotográficos y el CGI de manera que pueda crear secuencias increíbles en las que Spider-Man se luzca y pueda demostrar sus grandes habilidades.
Para concluir me gustaría decir que la oportunidad es ahora, y en lo personal espero que tanto Marvel como Sony estén conscientes de ello, ya que aunque Spider-Man siempre ha gozado de una increíble fama, dudo mucho que resista un nuevo reboot, al menos hablando en un corto plazo. La tarea es dificil, pero no imposible. Si Jon Watts sabe jugar bien sus cartas y respeta el material de origen del trepamuros, adaptándolo a esta nueva generación de héroes, podríamos tener una película exitosa, la cual marcaría el camino para una saga que por fin nos muestre al verdadero Spider-Man.
¿Qué te han parecido mis exigencias? ¿Alguna que creas que me haya faltado? ¿Alguna con la que no estés de acuerdo? ¡Te invito a dejarlo todo en los comentarios!
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