[Reseña] «Animales Nocturnos»: Una cautivadora y cruda historia

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Amy Adams (La Llegada) continúa demostrando su calidad como actriz en Animales Nocturnos, una película protagonizada por la pelirroja actriz y Jake Gyllenhaal (Donnie Darko). Dirigida por Tom Ford (Un Hombre Soltero), es un thriller psicológico que promete tensión en una cruel historia que habla de la soledad de una forma elegante.

Sinopsis: Narra la historia de Susan Morrow (Amy Adams), una mujer que tras abandonar a su primer marido, un escritor inédito, vive ahora con un médico. De repente recibe un paquete en el que descubre la primera novela de su ex, quien en una nota le pide que por favor la lea, pues ella siempre fue su mejor crítica. Susan lo hace y a medida que se sumerge en la narración, la propia novela acaba olvidando la historia principal para acabar hechizada por este relato dentro del relato, síntoma evidente de que a la nueva vida de Susan le falta algo y deberá explorar en su pasado para saber qué es lo que le impide seguir adelante.

Existen las películas que uno observa como espectador, ajeno a la historia, y luego están las que te meten dentro y te hacen sentir las emociones a flor de piel. Animales Nocturnos entra en la segunda categoría, entendiendo rápidamente a Susan (Amy Adams) y sintiendo cada inquietud y malestar que pasa por ella, sin identificarte con su realidad pero viéndola como algo cercano.

La forma en que está contada la película, como se intercalan la historia del libro escrito por Edward (Jake Gyllenhall) y la vida de Susan, con sus reacciones al leer esta novela, mezcla el presente y el pasado sin ser una historia de amores perdidos ni querer volver a los días pasados. Si bien Susan comienza a volver a sus días anteriores, no se trata de un cuestionamiento de sus decisiones.

Es, sin dudas, una historia compleja con muchos niveles narrativos, pero al final todo vuelve a Susan reaccionando ante la historia macabra y perturbadora escrita por su exmarido, y como uno se relaciona con esto. Es una película que por su tensión te dan ganas de querer pausar la película, respirar un poco y seguir, tal como cerrar un libro cuando te sientes nervioso (y meterlo en el freezer como Joey en Friends).

La correcta dirección de Tom Ford (Un Hombre Soltero) se ve reflejada en, principalmente, sus actuaciones. Amy Adams representa con pocas palabras y muchos gestos sus sentimientos sin problema; Jake Gyllenhaal entrega también una de las mejores representaciones de su carrera, mostrando que los años le han sentado bien al actor americano. Aaron Taylor-Johnson caracteriza a un cruel personaje, el cual es tan fácil detestar por su maldad sin justificación y carácter sociopata.

Michael Shannon (El Hombre de Acero) saca a relucir su mejor acento sureño en una actuación brillante que merece totalmente su nominación al Óscar por Mejor Actor de Reparto. Isla Fisher, que no pudo estar en Los Ilusionistas 2, si dijo presente en Animales Nocturnos con una actuación sólida que te hace preguntar porqué no se le ve más seguido en películas de este calibre.

Visualmente muy elegante, es una parodia de si misma. Es todo lo que Susan prometió odiar, pero es su vida. Es, también, un insulto a Edward. El trabajo de fotografía de la película contrasta las escenas chocantes y provocativas de la novela que imagina su protagonista con su vida ostentosa y material. Tom Ford, su director, demuestra su pasado como director creativo en Yves Saint Laurent y Gucci con una película en que todo está puesto en su correcto lugar, mientras que su Director de Fotografía, Seamus McGarvey, sigue el sendero de la distinción que impartió en Cincuenta Sombras de Grey (2015) y El Contador (2016).

La música compuesta por el polaco Abel Korzeniowski sigue la misma tendencia del glamour y el buen gusto, que ayuda de manera soberbia a contar una historia difícil de digerir por su crudeza. Sonidos que demuestran la alegría, la tristeza, la soledad, el dolor, todo con arreglos orquestales abrumadores. Mucha inspiracion en Enio Morricone (Los Ocho Más Odiados) y en el estrés de piezas de Bach, pero con un sonido algo más moderno. Aun así, la banda sonora no se parece a lo que se escucha en películas actuales, siendo un clásico instantáneo digno de escuchar muchas veces.

Animales Nocturnos es una historia con muchas interpretaciones, ¿por qué Edward le envía esta novela a Susan? ¿Es una amenaza? ¿Es una venganza tardía? ¿Solo busca su opinión honesta? Todas son suposiciones válidas, y son las emociones que vamos sintiendo durante la película. Definitivamente, es un filme increíblemente dirigido, magistralmente musicalizado y poderosamente actuado, que se convierte en el gran ausente en las nominaciones a Mejor Película, como también se suma otro revés en la carrera de Amy Adams, quien ya merecía una nominación por La Llegada (2016), y aquí no se queda atrás. Gyllenhaal también podría haber luchado por la estatuilla y, sin lugar a dudas, habría entrado con ventaja luchando por Mejor Banda Sonora.

Una gran historia, una gran película que su único problema, quizás, es que la narrativa se cruza tanto entre pasado, presente, futuro y ficción-dentro-de-la-ficción que cuesta manejar tantas emociones. Una película manipuladora que busca tocar la fibra sensible, que nos hace sentir la soledad de sus personajes que viven cada uno en su propio encierro de tristeza, y que su final no logra cerrar de forma conclusa una historia tan completa, pero estamos, definitivamente, ante un futuro clásico del cine.

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