[Reseña] «Lady Bird»: pubertad y pertenencia

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La pubertad es una etapa llena de cambios y nuevas experiencias que nos forjan y convierten en la persona que seremos más adelante. Lady Bird, cinta dirigida por la oriunda de Sacramento, Greta Gerwig, es una carta de amor llena de risas a los tópicos del crecimiento juvenil. Una mirada intima, repleta de comedia y drama, al sentido de la pertenencia y al amor incondicional y muchas veces incomprendido de los padres.

Sinopsis: «Una joven estudiante que se hace llamar «Lady Bird» (Saoirse Ronan) se muda al norte de California para pasar allí su último año de instituto. La joven, con inclinaciones artísticas y que sueña con vivir en la costa Este, tratará de ese modo encontrar su propio camino y definirse fuera de la sombra protectora de su madre (Laurie Metcalf).»

Sacramento es la capital del estado de California, y es ahí en donde Christine (alias «Lady Bird»), interpretada por Saoirse Ronan (Brooklyn), cursa su último año escolar en una institución demasiado religiosa para su gusto. Su familia, con residencia en «el lado incorrecto de las vías», no parece conformarla en ningún sentido, por lo que rehuye de ella, tratando así de ser alguien más. La cinta se enfoca principalmente en la relación de Lady Bird con su sobreprotectora y exigente madre, con la que tiene una cercanía distante y bastante compleja.

La película, en sus 94 minutos de duración, explora las aspiraciones y frustraciones tanto amorosas como académicas y vocacionales, de Lady Bird de una manera tragicómica y cercana, dejando al descubierto una realidad que es latente en muchos jóvenes al rededor de todo el mundo. Esto, en conjunto con las excelentes interpretaciones de todo el elenco, permite que el público más joven pueda sentirse identificado con las situaciones y personajes que nos muestra esta ficción situada en el año 2002.

Además de tratar temas propios de la adolescencia, Lady Bird retrata situaciones que se ajustan muy bien a la realidad actual. La homosexualidad, la cesantía y falta de opciones para desarrollarse, la presión académica y profesional son temas presentes en el filme, que aunque no cuentan con una presencia estelar, si son mencionados de manera precisa, muchas veces bajo la óptica de la comedia.

La dirección de la cinta otorga una experiencia dinámica y entretenida, la que sumada a su duración precisa de 1 hora y 34 minutos y un acompañamiento musical adhoc, se transforma en uno de los aliados más fuerte del metraje.

Lady Bird es una película sencilla, sin pretensiones y con un gran corazón que sabe cumplir con la premisa que ofrece a su espectador. Nos encontramos frente a una historia que abarca temas que ya se han visto en la pantalla grande, pero con la diferencia de que la realización de esos tópicos aquí sabe ajustarse a los parámetros de la comedia y el drama de una forma orgánica, lo que genera un lazo de cercanía con los espectadores. Con Lady Bird podrás reír y emocionarte de una manera tan natural y espontánea, tal como sucede en la vida misma.

«Lady Bird» puede ser disfrutada en todos los cines del país a partir del 1ro de marzo.

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