[Reseña] “Nahuel y el Libro Mágico”: La fantasía y el folclore chilote en la gran pantalla

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Ya se encuentra en las salas de cine la gran apuesta nacional: “Nahuel y el Libro Mágico”, cinta dirigida por el cineasta chileno Germán Acuña y producido por Sebastián Ruiz y el ganador del Oscar por “Historia de un Oso”, Pato Escala. “Nahuel y el Libro Mágico” es una obra original de la productora nacional Carburadores, en coproducción con Punkrobot y Levante (Brasil).

Sinopsis: Nahuel es un niño chilote con un gran miedo al mar. Vive en un pequeño pueblo de pescadores con su padre, Antonio, con quien tiene una compleja relación. Un día encuentra el Levisterio, un antiguo libro mágico que promete ser la solución a su problema, pero su padre es capturado por kalku, un oscuro brujo que desea el Libro para él. Nahuel decide embarcarse al rescate de su padre mientras recorre un archipiélago lleno de seres mágicos y misteriosos a la vez que enfrenta sus más profundos miedos.

Ambientada en Chiloé, “Nahuel y el Libro Mágico” es una aventura por la maravillosa y fantástica cultura chilote de nuestro país, que nos muestra los clásicos paisajes lluviosos y fríos del sur de Chile, y nos invita a conocer más sobre sus múltiples relatos sobrenaturales y mágicos. De hecho, éste es uno de los puntos más fuertes en la producción, al utilizar el vasto y exquisito folclore chileno, que le da un sentido narrativo superpuesto a un drama que no deja indiferente a nadie: la superación de los miedos y el amor a tu familia y amigos.

El drama central de “Nahuel y el Libro Mágico” se mantiene vivo a lo largo de sus casi 100 minutos de duración, el que además se va alimentando de las historias accesorias de sus coprotagonistas, renovando de esta manera la aventura. Estos personajes secundarios terminan siendo, a mi gusto personal, otro de los pilares fuertes del relato, sobrepasando en carisma y en la empatía que logramos llegar a sentir por el protagonista; un muchacho que va a tropiezos, tratando de encarrillar sus actos, y que pareciera no aprender como otros héroes y protagonistas de la misma clase.

La historia de la película cumple con entretener y mostrar una cultura que desde siempre ha sido fascinante y enigmática, sobre todo considerando la lejanía de la isla grande con respecto al resto del país. Un largometraje que podría ser la piedra angular para seguir explorando (y contando) los mitos, costumbres y leyendas del sur de nuestro país; con producciones llamativas que podrían preservar el folclore de la zona.

Por su parte, la animación, si la comparamos con otras obras chilenas del mismo estilo, resalta por un trazado que ha mejorado, siendo menos tosco y menos grueso, afinando elementos de ambientación y, por sobre todo, optimizando de gran manera las transiciones entre escena y escena, lo que le da una continuidad que se agradece y que no parece torpe ni lenta.

En resumen, “Nahuel y el Libro Mágico” es un muy destacable producto nacional. Una película ideal para los más pequeños del hogar, que reúne todos los ingredientes para marcar una nueva era en el cine de animación de nuestro país, aprovechando mitologías y ambientaciones que deslumbran en la pantalla grande. ¡No te la pierdas!

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