Brooklyn Nine-Nine: “La niña bonita de las nuevas comedias”

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Sinopsis: Andy Samberg (como el detective Jake Peralta) y Andre Braugher (como el capitán Ray Holt) encabezan esta comedia sobre conflictos generacionales en una comisaría de Nueva York. Uno es un detective que no se toma en serio las reglas de sus superiores, mientras que el otro es un inspector empeñado en que madure de una vez y trabaje conforme a las normas del departamento.

  • Directores:  Daniel J. Goor y Michael Schur.
  • Guión: Daniel J. Goor, Michael Schur, Luke Del Tridici, Lesley Arfin y Norm Hiscok.
  • Música: Dan Marocco.
  • Fotografía: Barry Peterson.
  • Reparto: Andy Samberg, Andre Braugher, Terry Crews, Melissa Fumero, Joe Lo Truglio, Stephanie Beatriz, Chelsea Peretti, Dirk Blocker, Joe McKinnon Miller.

En los pasados premios Globos de Oro, la gran ganadora de las comedias norteamericanas fue una serie que muchos acá en Chile no conocían, hablo de Brooklyn Nine-Nine.

La estatuilla en manos de esta comedia por sobre series ya afianzadas en el terreno de la diversión gringa, tales como  The Big Bang Theory o  Modern Family dejo en la memoria de muchos (y me encuentro entre ellos) la necesidad de verla, seguirla y bueno, corroborar que tanto de bueno tiene.

¿La impresión tras ver la primera temporada? Que es sencillamente una de esas series de policías que hace tiempo debían volver.   Capítulos livianos, de risa fácil y de historias que a medida que va creciendo la temporada se vuelven muchos mejores.  Acción policial que contrasta radicalmente con otras series de polis, donde explota en situaciones sin coherencias, que limitan con la estupidez y que son la esencia del equipo de policía de la Nine-Nine.

Con personajes tan diversos como un capitán afroamericano y abiertamente homosexual, un teniente en la treintena de su edad con un cerebro de un joven de 20 años, una teniente extremadamente ordenada y tenientes que no han hecho ningún arresto en años o simplemente: nunca en su vida.

Francamente un serie divertida y que es perfecta para un break de cualquier tipo, donde en casi sus 23 minutos de duración el tiempo parece volar y te deja con una sensación de franco relajo mental.

Totalmente recomendable.

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