[Reseña] «Los Pitufos en la Aldea Perdida»: Feminismo disfrazado de caricatura

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«Los Pitufos En la Aldea Perdida», es la tercera entrega cinematográfica de estos tiernos amigüitos azules. Quienes llegan por primera vez al cine en un formato 100% de animación, el que logra entretener tanto a un público infantil, como al adulto que lo acompaña.

La película es dirigida por Kelly Abury (Shrek 2, Gnomeo & Julieta y Spirit), y en su versión original cuenta con las voces de Mandy Patinkin, Demi Lovato, Joe Manganiello, Danny Pudi, Jack McBrayer, entre otros.

Sinopsis: En esta nueva película completamente animada de Los Pitufos, un misterioso mapa lleva a Pitufina y sus mejores amigos -Filósofo, Tontín y Fortachón- a un viaje fascinante a través del Bosque Prohibido, repleto de criaturas mágicas, para descubrir una misteriosa aldea perdida antes de que el hechicero Gargamel lo haga primero. Embarcados en una travesía llena de acción y peligro, los tres están en camino a descubrir uno de los mayores secretos de la historia de Pitufos.

Si bien, «Los Pitufos» es una película que va dirigida a los niños, su tercera parte cuenta con un potente mensaje de empoderamiento femenino y de búsqueda de identidad, implícitos en la trama. Ambos mensajes se van desarrollando de la mano de uno de sus personajes principales: Pitufina.

Como supimos en sus antecesoras, Pitufina es la única mujer pitufa en la aldea. Ésta fue creada por el torpe hechicero Gargamel, con el propósito de que ella le ayudase a encontrar y capturar a los pitufos, sin embargo, todo le sale mal al hechicero, y Pitufina decide quedarse viviendo en la aldea con los demás pitufos. He aquí el problema, ya que todos los pitufos tienen un papel designado dentro de la aldea, menos ella; ya que, al haber sido creada… ella es diferente, no solo por su origen, sino también porque es una «chica». A raíz de esto, Pitufina comienza una búsqueda de su propia identidad dentro de este mundo lleno de hombres. 

Todo se vuelve mayormente difícil para ella y sus inseparables amigos (Filósofo, Tontín y Fortachón), cuando descubren que hay otra especie de pitufo y que Gargamel planea atacar esa «aldea perdida», para así robarles la esencia mágica y convertirse en el mayor hechicero del mundo. 

El cuarteto de amigos sorteará una serie de diversos peligros, todo para poder encontrar esa aldea y así salvar a los pitufos de los malvados planes del hechicero.

En opinión de una madre que acompañó a ver la película a su hijo de 4 años, no me aburrí en ningún momento. La encontré una película llevadera, que apela a la nostalgia de la serie animada; sin embargo, que no logra ser más que un conjunto de capítulos seleccionados.

Como todas las películas infantiles actuales, «Los Pitufos En la Aldea Perdida» cuenta con una banda sonora muy pegadiza, incluyendo toques electrónicos, que hacen más «chistosos» ciertos momentos. Asimismo, su doblaje y las caracterizaciones de los personajes se encuentran están bien logrados, mantiéndose la esencia de cada pitufo.

La tercera parte de «Los Pitufos» es una película bastante entretenida, con un excelente mensaje para los más pequeños de la casa y una historia rápida, que en ningún momento aburre a sus espectadores. Es por eso que si tienen hijos, o no cuentan con muchos panoramas, les recomiendo ir a disfrutar de los azules amigüitos.

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