[Parte I] Transcendence: Cuando la realidad supera a la ficción

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El próximo jueves 26 de Junio llegará a cartelera nacional «Transcendence«, un filme de ciencia ficción en la que un científico que investiga la posibilidad de que las máquinas tengan conciencia, es gravemente herido y en los últimos intentos por salvarlo… es convertido en un superordenador.

Y es que la tecnología ha avanzado tanto últimamente que no es tan difícil creer en el que una máquina prontamente pueda tomar conciencia propia…  ¿o sí?

Con respecto a esto, hace poco se dio a conocer la noticia del «Programa Eugene Goostman» una aplicación desarrollada en Rusia que simula ser un niño de 13 años gracias a un avanzado método computacional.   Dicha supercomputadora se convirtió en la primera máquina capaz de superar el llamado test de Turing, una engorrosa prueba computacional cuya propuesta consistía en que si una máquina no puede diferenciarse de un ser humano, se demostraría que ésta es capaz de «pensar».

Para superar la prueba se requería que al menos el 30% de los interlocutores humanos crean que están hablando con otra persona, durante conversaciones de al menos cinco minutos con intercambios de texto.   Hasta el momento, no había habido ninguna que lo superase… pero el Programa Eugene Goostman, logró convencer al 33% de los interlocutores humanos de que era una persona.   Sin dudas, un gran paso para la Inteligencia Artificial.

¿Pero será esto un gran paso para nosotros… para la humanidad?

«Transcendence» nos presenta un futuro no muy lejano, en una historia intrigante y con varios giros interesantes.   La cinta es el debut de Wally Pfister, quien antes trabajó como director de fotografía en todas las películas de Christopher Nolan (El Origen, Batman), protagonizada por Johnny Depp, Rebecca Hall, Kate Mara y Paul Bettany.

«El dr. Will Caster es el investigador más reconocido en el campo de la Inteligencia Artificial, que trabaja para crear una máquina que combine la inteligencia colectiva de todo lo conocido hasta ahora con un rango completo de emociones humanas. Sus experimentos controversiales lo han hecho famoso, pero también lo han convertido en el principal objetivo de un grupo extremista anti tecnología que hará lo que sea necesario para detenerlo.

Sin embargo, en su intento por destruir a Will, inesperadamente se convierten en el catalizador para que tenga éxito al ser un participante de su propia transcendencia. Para su esposa Evelyn y su mejor amigo Max Waters, ambos investigadores, la pregunta no es si pueden, sino si debieran.

Sus peores miedos se convierten en realidad, cuando la sed de Will por el conocimiento lo envuelve, en al parecer una búsqueda omnipresente por el poder, con fines desconocidos. Lo único terroríficamente claro, es que puede no haber manera de detenerlo.»

Fuente: http://www.elpais.com.uy/vida-actual/supercomputadora-capaz-chatear-nino-anos.html

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