[Reseña] «Borg/McEnroe: La Película»: No es el juego sino el jugador

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Siempre he tenido una fascinación por las pequeñas historias; esas narrativas particulares que por más diminutas y minimalistas en escala que parezcan, tienen mucha emoción e impacto detrás de ellas, más aún cuando se basan en sucesos reales. Este es el caso de «Borg/McEnroe: La Película», película sueca que detalla la rivalidad entre las leyendas del tenis, Björn Borg y John McEnroe, durante el campeonato de Wimbledon de 1980 que desató una de las finales más legendarias dentro de la historia de dicho deporte. Pero, siendo este un suceso tan reconocido a nivel mundial, ¿logra la película aportar algo nuevo?

Sinopsis: Durante el Torneo de Wimbledon de 1980, se llevó a cabo uno de los más grandes partidos de todos los tiempos; el último de los cinco títulos consecutivos ganados en Londres por el gran icono del tenis, Björn Borg, y la primera final para su gran rival, John McEnroe. En el camino hacia la gloria, el reinado de Borg (Sverrir Gudnason) comienza a tambalear ante la aparición de la joven promesa americana (Shia LaBeouf). Esta es la historia de dos hombres que revolucionaron el mundo del tenis y se convirtieron en leyendas, porque algunas estrellas brillan para siempre…

La verdad es que hay una considerable cantidad de cosas que apreciar de esta película; digo «considerable» dado que ya es de por sí un logro que el que un film (no documental) sobre un legendario partido de tenis, funcione de manera efectiva.

Para partir, el mérito va al impecable casting selecto para interpretar a los titulares Björn Borg y John McEnroe, ya que Sverrir Gudnason (Wallander) y Shia LaBeouf («Transformers») logran interpretaciones sumamente poderosas y empáticas de personajes que eran sumamente reconocidos ante el ojo del público durante sus días de gloria, que no es menos para lo que son un reconocido e icónico tenista sueco, y un volátil pero tenaz tenista norteamericano alcanzando su apogeo en el mundo del tenis.

Por un lado, Gudnason como Borg destaca tanto por una increíble similitud en apariencia con la del tenista en los años 80′, como por una interpretación bien perfilada de un jugador sumamente perfeccionista, que es motivado por su afán de mantenerse como el número 1 del mundo. Sin tener un enfoque exagerado, vemos cómo un personaje tan prometedor por su mero título, se define como tal por sus complejidades, sus obsesiones compulsivas, su lucha interior por mantener el temple frío que lo definía como un jugador «sin emociones». Todo esto se suma en un personaje muy interesante cuya potencia y presencia lo perfil de manera muy redonda durante el transcurso de la película.

Por el otro lado, se luce incluso más LaBeouf como McEnroe, rol que sin dudas es, hasta el momento, el mejor que el actor ha tenido en toda su carrera. Esto se debe a que si bien el actor no tiene el mismo parecido con el jugador en la vida real, su interpretación de la notoria y explosiva actitud del verdadero McEnroe en su primer torneo de Wimbledon, es sumamente visceral y entretenida de ver en pantalla. Cada rabieta, insulto, e insubordinación que vemos del personaje tanto en la cancha como en las conferencias de prensa, dan a ver a una persona que no tan solo da su todo por el juego, sino que vive por él, y no por la audiencia que galardona a los jugadores, a diferencia de muchos otros que buscan la fama dentro del deporte; y esto lo vuelve un contrincante muy interesante, dado que -como se demuestra en un punto de la película-, es una persona que está muy a la par con Borg, siendo que este conoce muy bien lo que es la volatilidad del deporte, siendo que gran parte de su juego consiste en reprimir esa emoción.

Asimismo, otro gran actor dentro de la cinta, es la impecable dirección de Janus Metz Pedersen (segunda temporada de «True Detective»), quien con una notable cinematografía, retrata de manera tensa y realista, los puntos más importante de toda película de tenis: los partidos. Cada juego dentro del film es notable, y particularmente el titular enfrentamiento entre las dos leyendas del deporte, el cual no tan solo fue recreado con una minuciosa precisión respecto al marcador del juego original y sus jugadas, sino que se siente tan tenso como debió serlo para quienes lo presenciaron en su momento, a pesar de que aquí abarque solo 20 minutos de película.

Sin embargo, hay que saber admitir que no todo es perfecto, y la verdad es que esta cinta también dista de serlo, principalmente por el hecho de que su narrativa tiene un sesgo claro al momento de intentar alcanzar un balance de desarrollo en cuanto a sus personajes titulares. La película claramente tiene su enfoque más que nada en Borg (cosa que se refleja en su título original, «Borg», que fue con el que se estrenó en Suecia), el cual si bien es medido al punto de no detallarlo como un súper atleta en contraste con una especie de antagónico McEnroe, si lo denota de manera icónica y con un fuerte acento dentro de su relevancia para su país natal.

Es por esto que el personaje de McEnroe, si bien tiene ciertos destellos hacia su pasado y sus dilemas durante el torneo, nunca alcanza realmente el desarrollo que a uno le gustaría ver de este, lo cual decepciona siendo que muestra demasiada promesa cuando destella en pantalla durante varios momentos. Son este tipo de decisiones, las que debilitan el argumento de que la cinta busca detallar la «rivalidad» entre ambos deportistas, y pareciera que busca más honorar a Borg que detallar por igual los conflictos de ambos personajes.

Para terminar, «Borg/McEnroe: La película», es una cinta bastante entretenida con una impecable cinematografía y unas notables actuaciones por parte de sus dos actores principales. Si bien cae en el error de no mantener un balance igualitario en cuanto al desarrollo de sus protagonistas, no deja de ser una historia interesante, tensa, y llena de emoción, sobre dos personas tan distintas como idénticas, que dieron al mundo uno de los partidos de tenis más legendarios de la historia. Sin duda, una película muy entretenida de ver, que bien vale la pena ser vista en el cine para pasar una buena tarde y aprender o revivir uno de los grandes momentos deportivos que nos ha dejado la historia.

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