[Reseña] «Manos de Piedra»: Boxeo con sabor latino

Tiempo estimado de lectura: 4minutos, 27segundos

Las películas sobre boxeadores no suelen ser una novedad prometedora hoy en día; más allá del fanático cementado del género, es difícil vender una película de este estilo que ofrezca algo nuevo e interesante; y es por esto que la película «Manos de Piedra» («Hands of Stone«), opera prima del venezolano Jonathan Jakubowicz, tiene bastante peso encima con el que lidiar. ¿Logra salir de la media?…pues tiene su mérito.

Sinopsis: La película es una historia biográfica sobre el boxeador panameño Roberto «Manos de Piedra» Durán, quien es mundialmente reconocido como el mejor peso ligero de todos los tiempos, y que también es catalogado por muchos como uno de los más grandes boxeadores latinoamericanos y uno de los mejores libra por libra de la historia del boxeo.

Creo que lo correcto es empezar con la aclaración de que esta película es completamente predecible, y especialmente si conocen la historia de un personaje tan reconocido como lo es Roberto Durán; sin embargo, lo que resalta de la película, y lo que le da su fuerza y su carácter propio, está en la fuerza de actuación del reparto que trae a la vida a estos personajes, y la manera en la que estos están detallados. Tenemos poca costumbre en ver este género desde una arista latina, y la verdad es que esta ayuda mucho a darle sustancia y consistencia a la historia que estamos viendo, en especial siendo nosotros una audiencia latina (panameños o no).

El elenco hace un trabajo increíble con sus personajes, principalmente Édgar Ramírez («Zero Dark Thirty: La Noche Más Oscura«; «La Chica del Tren«) como el titular Roberto Durán, y Robert De Niro («Taxi Driver«; «Fuego Contra Fuego«) como el sabio entrenador Ray Arcel. Por sí solos, tienen una actuación muy dinámica, ya que el venezolano Ramírez reluce una actitud latina muy entretenida de ver, con un toque de egocentrismo, carisma, entusiasmo, y obviamente, la persistencia para lograr ser un campeón; y por el otro lado, De Niro imparte su actitud agradable y sabia, siempre denotando una sabiduría humilde e inteligente que se siente muy real en vez de prototípica. Y asimismo, entre los dos tienen una dinámica sumamente entretenida, que por lejos trae a luz algunos de los mejores momentos de la película; ver cómo Durán aprende de Arcel, y cómo bromean entre sí, es un gran gusto de ver en pantalla.

También cabe denotar el trabajo de la siempre bella Ana de Armas («Knock Knock: Seducción Fatal«; «Amigos de Armas«) como la esposa de Durán, ya que si bien no es el personaje más destacado de la película, sí se muestra como una figura influyente en la vida del protagonista, la cual más allá de su sensualidad, lo ayuda a bajar a tierra en los momentos en que más hiperventilado se encuentra el luchador. Aplaudir también la participación del artista panameño Rubén Blades como el agente del luchador, ya que si bien no tiene el mismo nivel de protagonismo que Ramírez y De Niro, si aporta con una buena dinámica latina, creíble, y que asimismo muestra también las realidades económicas de la vida de un luchador.

Si hay algo que realmente creo que estuvo de sobra en el reparto, fue la participación del cantante Usher, en su interpretación del reconocido exponente del boxeo, Sugar Ray Leonard; ya que si bien no estuvo mal actuado, fue porque la actitud del artista fue sumamente neutra y carente de todo impacto; lo cual no puede faltar para un personaje que forma parte crucial de un momento histórico en la historia del boxeo, como lo fueron las peleas entre Sugar Ray y Roberto Durán en los 80′.

Ahora, como les conté anteriormente, la historia es lo que resulta ser lo que le juega en contra a la película; no porque sea mala, sino porque es lo que uno puede esperar -conozca la historia del luchador o no- de una película de este estilo, incluyendo algunos momentos que deberían ser de alto impacto emocional. No es algo que realmente moleste, pero al ver tantas películas de este tipo en los últimos años, uno ya esperaría que dieran algo nuevo o una perspectiva distinta (como lo fue la maravillosa «La Última Pelea» de Gavin O’Connor en 2011).

Para resumir, «Manos de Piedra» es una película de boxeo completamente digerible, que si bien no ofrece nada nuevo en cuanto a su historia, es completamente satisfactoria gracias a las impecables actuaciones de su elenco, principalmente sus dos actores protagónicos. Con un buen balance de escenas de lucha, motivadores entrenamientos, humor sutil, y el drama típicamente desgarrador de los peores momentos en la vida de toda estrella; la película promete un rato muy entretenido en el cine (en especial para los fanáticos del género), tal como una entretenida tarde de cine en casa. El golpe latino en el boxeo resultó, después de todo, bastante interesante.

Sin comentarios

Deja una respuesta