“Heartstopper”: Un romance optimista y esperanzador

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Con una primera temporada compuesta por ocho episodios (que bordean los 30 minutos), ya se encuentra disponible en Netflix la serie romántica: “Heartstopper”, la adaptación de la aclamada novela gráfica escrita por Alice Oseman, quien además actúa como creadora del show.

Sinopsis: Un chico conoce a otro chico. Se hacen amigos. Se enamoran. Cuando el adorable Charlie y el fan del rugby Nick se conocen, pronto descubren que su improbable amistad crece hasta convertirse en un inesperado romance. Charlie, Nick y sus amigos deben transitar ese camino de descubrimiento y aceptación, ofreciéndose unos a otros la contención que necesitan mientras aprenden a encontrar su ser más auténtico.

Contándonos una historia de amor que explora la relación entre dos adolescentes, la serie nos presenta a dos chicos muy diferentes entre sí. Charlie (Joe Locke) es abiertamente gay y un genio, y Nick (Kit Connor) es un jugador de rugby con un gran corazón. Cuando deben sentarse juntos, Charlie se enamora perdidamente de Nick, aunque ve imposible que surja algo entre ellos. O eso lo que cree en un principio. 

“Heartstopper” es un show romántico y optimista. Un relato luminoso y lleno de alegría, que te deja con el corazón llenito; siendo muy fácil y rápida de ver, a pesar de ser muy predecible. Una serie muy sencilla de conectar, que nos habla sobre el descubrimiento y crecimiento personal que afecta a sus protagonistas cuando el amor llama a sus puertas.

Nacida como un webcomic en 2016, para posteriormente ser llevada al físico en 2018. La serie no se olvida de sus orígenes, sino más bien: los aprovecha; tomando una estética propia del cómic y utilizando recursos visuales muy efectivos, con los que muestra -de forma muy inteligente- la innegable química (y chispas) que posee la pareja protagonista.

“Heartstopper” aborda su temática LGTB con mucho tacto, sencillez y naturalidad. Siendo muy optimista y esperanzadora, pero sin prescindir de los dramas asociados a la orientación sexual de sus protagonistas, ni tampoco de los dramas que surgen cuando dos personas tienen miedo a expresar sus sentimientos.

En fin, “Heartstopper” es una muy recomendable historia de amor, que se aborda sin prejuicios y de forma muy natural, intima y honesta.

Me quedo con una frase muy potente de la serie: “sí, la homofobia existe y es horrible, pero nosotros no dejaremos de vivir nuestra vida por eso”.

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