[Parte II] Transcendence: Cuando la realidad supera a la ficción

Tiempo estimado de lectura: 2minutos, 5segundos

El próximo jueves 26 de Junio llegará a cartelera nacional «Transcendence«, un filme de ciencia ficción en la que un científico que investiga la posibilidad de que las máquinas tengan conciencia, es gravemente herido y en los últimos intentos por salvarlo… es convertido en un superordenador.

Y es que la tecnología ha avanzado tanto últimamente que no es tan difícil creer en el que una máquina prontamente pueda tomar conciencia propia… o sí?

Con respecto a la tecnología, Johnny Depp (quien protagoniza el filme) cada día se queda más atrás.    El actor que tiene dos hijos comentó en una entrevista que éstos cada vez le piden menos ayuda con su tarea, puesto que él «solo puede asesorarlos acerca de música o historia».

En la entrevista Depp dijo: »Mis hijos son lo suficientemente inteligentes como para no venir a mí con cualquier duda acerca del computador, así como con sus tareas… si se trata de matemáticas y todo eso, estoy en el camino«.

Cada vez dependemos más de las maquinas… pero pareciera ser que éstas cada vez dependen menos de nosotros.

«Transcendence» nos presenta un futuro no muy lejano, en una historia intrigante y con varios giros interesantes.   La cinta es el debut de Wally Pfister, quien antes trabajó como director de fotografía en todas las películas de Christopher Nolan (El Origen, Batman), protagonizada por Johnny Depp, Rebecca Hall, Kate Mara y Paul Bettany.

«El dr. Will Caster es el investigador más reconocido en el campo de la Inteligencia Artificial, que trabaja para crear una máquina que combine la inteligencia colectiva de todo lo conocido hasta ahora con un rango completo de emociones humanas. Sus experimentos controversiales lo han hecho famoso, pero también lo han convertido en el principal objetivo de un grupo extremista anti tecnología que hará lo que sea necesario para detenerlo.

Sin embargo, en su intento por destruir a Will, inesperadamente se convierten en el catalizador para que tenga éxito al ser un participante de su propia transcendencia. Para su esposa Evelyn y su mejor amigo Max Waters, ambos investigadores, la pregunta no es si pueden, sino si debieran.

Sus peores miedos se convierten en realidad, cuando la sed de Will por el conocimiento lo envuelve, en al parecer una búsqueda omnipresente por el poder, con fines desconocidos. Lo único terroríficamente claro, es que puede no haber manera de detenerlo.»

Sin comentarios

Deja una respuesta