[Reseña] «Apóstol»: La fe está escrita en sangre

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Sea cual sea la religión que se profese, todos tenemos consciencia de lo peligrosas que pueden llegar a ser las creencias cuando estas se propagan ante quienes son más susceptibles. Es en estos casos que vemos las realidades de los diversos cultos religiosos -grandes y pequeños- que existen a lo largo del mundo. Gareth Evans (director y guionista de las increíble saga «The Raid») ha decidido salir del mundo de la corrupción criminal en Indonesia, y se embarca en el cruento y tétrico mundo de la fe al culto en su nueva película, «Apóstol» («Apostle»), la cual ha llegado para el gusto -y terror- de todos a Netflix, justo a tiempo para Halloween.

Sinopsis: Es el año 1905. Thomas Richardson (Dan Stevens) viaja a una isla remota para rescatar a su hermana, que ha sido secuestrada por una misteriosa secta religiosa que pide un rescate por ella. A medida que se introduce en la comunidad, Thomas descubrirá peligrosos secretos.

Creo que no hay mejor punto de partida que comenzar por aplaudir a Gareth Evans, quien demuestra con «Apóstol» su gran versatilidad como cineasta y guionista, ya que sin dudas -en la opinión de este crítico- logró crear una de las experiencias más tensas y abrumadoras que se pueden vivir este año con tan solo mirar una pantalla.

Dejando de lado su aspecto más gráfico y violento, el director inglés crea una ingeniosa historia cuya base es una crítica tosca y grotesca frente a las realidades de la fe, reflejando que su verdadera esencia está escrita en base al sacrificio y la sangre de sus apóstoles, y no de quienes la promulgan a partir de su beneficio personal. Es la naturaleza humana, hundida en el egoísmo del anhelo del paraíso eterno y las gratificaciones personales, quienes corrompen el verdadero propósito y núcleo de la fe. Los mártires son pocos, y no por falta de mérito.

La película cuenta con un increíble reparto, liderado por un brillante Dan Stevens («El Huésped», la serie «Legión») como el implacable Thomas Richardson. Stevens, aparte de marcar su tendencia por querer interpretar personajes quebrantados dentro de un mundo insano, se luce como un hombre sin nada más que perder que su propia sanidad mental, dentro de una comunidad que no comprende, que es altamente peligrosa, y que -tal como aprendemos en los primeros minutos de película- están al tanto de su presencia invasora. Sin dudas, una interpretación que ayuda a llenar de tensión absolutamente toda la película, y no puedo siquiera pensar en una mejor elección de reparto para el papel.

Asimismo, quien también se luce es Michael Sheen («Frost/Nixon: La Entrevista del Escándalo»; «Pasajeros») como el profeta Malcolm, al ser un personaje lleno de la carisma y labia propia de todo profeta religioso, pero que también cuenta con un carácter sumamente misterioso y con motivaciones tan secretas, que te mantienen cuestionando la verdadera naturaleza de su persona hasta el último acto de la cinta.

Por otra parte, el nivel de producción es extraordinario, desde la impecable cinematografía de la pequeña y recóndita isla británica de Erisden, hasta la notable escenografía de su pequeña comunidad, llena de casas de madera, y pueblerinos con atuendos propios de una comunidad colonial perdida en el tiempo.

Si tuviera que hacer una evaluación de aspectos negativos, pues habría que decir que «Apóstol» sin dudas no es una película para todos. Esto se debe a que, si bien cuenta con imágenes bastante sombrías y cruentas, al igual que con un nivel de sangre y violencia bastante alto, no deja de ser una película poco convencional dentro de su género. Evans sabe que a veces el mejor terror es el que se construye de a poco, psicológicamente a través de la atmósfera y los sucesos que progresivamente se van desarrollando. Por lo mismo, algunos sentirán que están viviendo una experiencia brillante, y otros podrán sentir que están pasando por un tremendo tedio.

Más allá de eso, sólo puedo decir que «Apóstol» es una increíble adición a la breve pero notable filmografía de Gareth Evans, al crear una visión espeluznante y grotesca sobre las realidades de la fe y la naturaleza humana que es capaz de corromperla; una fábula de lo oculto donde lo único más horrible que la locura, es la siniestra realidad detrás de ella. Llena de increíbles actuaciones, hermosa cinematografía, y momentos tensos que llegan a parar el corazón, esta es sin dudas una de las películas que no se pueden perder este Halloween.

«Apóstol» está ya disponible a través de Netflix.

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