[Reseña] «X-Men: Dark Phoenix»: ¿el cierre correcto?

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Cuando Disney compró Fox, las cosas, que ya estaban complicadas para «X-Men: Dark Phoenix», se hicieron aún más difíciles. Finalmente, la película atrasó su estreno, e incluso, tuvo que re-grabar varias escenas. La adaptación del arco «Fénix Oscuro» de los cómics de X-Men es dirigida por Simon Kinberg (productor de «Logan») y protagonizado por Sophie Turner, Jennifer Lawrence, James McAvoy, Nicholas Hoult, Jessica Chastain y Michael Fassbender.

Sinopsis: En X-MEN: DARK PHOENIX, los X-MEN se enfrentan a su enemigo más temible y poderoso: uno de los suyos, Jean Grey. Durante una misión de rescate en el espacio, Jean casi muere cuando es golpeada por una fuerza cósmica misteriosa. A su regreso a casa, esta fuerza no sólo la hace infinitamente más poderosa, sino también mucho más inestable. Jean, quien lucha en su interior contra esta entidad, desencadena sus poderes en formas que no puede comprender ni dominar. Al estar en un espiral fuera de control, y lastimar a aquellos que más ama, Jean comienza a deshacer la mismísima estructura que mantiene unidos a los X-Men. Ahora, con esta familia cayéndose a pedazos, deberán encontrar una manera de unirse no sólo para salvar el alma de Jean, sino también para salvar a nuestro planeta de extraterrestres que desean convertir esta fuerza en un arma y gobernar la galaxia.

Tanto los conocedores del cómic, como los seguidores del universo cinematográfico de X-Men, ya conocemos algunos detalles de la historia del fénix oscuro (puede que a partir de este conocimiento previo, pareciera ser que los guionistas prefirieron ahorrarse más de una explicación con respecto a lo que se desarrolla en la trama).

En esta adaptación, los poderes de Jean se desatan al ser expuesta a una fuerza cósmica que provoca cambios en su personalidad y la hacen perder el control. Todo un inconveniente ahora que los mutantes finalmente son aceptados en sociedad, e incluso son admirados; la meta de vida de Charles Xavier que se ve cegado por el triunfo y al que justifican nuevamente sus errores por su juventud e inexperiencia.

Si bien, podemos ver a los conocidos y queridos personajes, la gran protagonista es Jean Grey (Sophie Turner) que en más de una ocasión será intervenida con CGI y, conforme avance la historia, tendrá en sus hombros el peso dramático/emotivo de la película. ¿Una apuesta arriesgada? Bastante… sobretodo cuando es acompañada por un cast de peso (que lamentablemente está mal aprovechado en esta entrega).

Como siempre, Jennifer Lawrence y Michael Fassbender siguen apropiándose de sus personajes y logran un gran impacto, independiente del tiempo en el que han estado separados del universo mutante. En el caso de Mistique, nos dejará más de una buena frase en su confrontación con el profesor X mientras que Magneto siempre marca presencia, pese a que narrativamente pareciera estar viviendo en el día de la marmota como el enemigo/amigo sin fin.

Y es que, cuando el gran villano de turno, interpretado por Jessica Chastain, se ve opacado por el conflicto principal entre Jean Grey y su familia de mutantes. Se termina recurriendo a la fórmula ya conocida.

No es el mejor cierre, pero tampoco es deficiente en totalidad. El desarrollo de la historia y personajes es más básico, deja en evidencia que su principal objetivo es entretener y lo consigue.

PD: ¿Debimos haber tenido más de Quicksilver? Siempre necesitaremos más de Quicksilver.

Convirtiéndose en la última entrega de los mutantes a cargo de 20th Century Fox, «X-Men: Dark Phoenix» se estrena este 06 de junio en carteleras. ¿Tienes planeado ir a verla? No te olvides de contarnos qué te pareció.

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