«Una Mujer Fantástica»: la conferencia de prensa desde el fanatismo

Tiempo estimado de lectura: 7minutos, 26segundos

El domingo 04 de marzo se convirtió para muchos en una fecha especial. Chile se llevó por segunda vez en la historia un premio Oscar, con una película y una actriz que enmudeció al mundo. Dos días después, el equipo de «Una Mujer Fantástica» regresó a Chile para celebrar, disfrutar y compartir, en lo que fue una de las mejores experiencias que como fanáticos pudimos vivir.

Este es el relato de la conferencia de prensa realizada en el Palacio La Moneda; un relato desde el fanatismo, desde la pasión y desde el orgullo del cine chileno.

LA ESPERA


Desde que se anunció a «Una Mujer Fantástica» como la película ganadora, se generó mucha expectación sobre el regreso del equipo al país. Gran parte de los chilenos sentía un inmenso orgullo y querían saber las reacciones de esta tremenda experiencia.

Tuvimos la oportunidad de asistir a la tan esperada conferencia que se realizó en el Palacio de la Moneda. Sabiendo que habría mucha prensa decidimos llegar con bastante antelación, y así fue, al llegar al lugar con lo primero que nos topamos fue un gran cantidad de medios que instalaban sus equipos, con el fin de grabar este anhelado momento. 

Un cordón negro dispuesto en forma de medialuna dividía a los medios y el punto de prensa, en el que una hora más tarde tendría a los triunfadores del Oscar. Una luz morada en el fondo completaba la atmósfera perfecta para escuchar a Sebastián Lelio y Daniela Vega. 

Los minutos se hacían eternos y todos ya queríamos ver al equipo dando sus declaraciones, los periodistas se movían inquietos de un lado a otro, mientras conversaban o revisaban sus celulares. Nosotros mismos anhelábamos ya que comenzara la conferencia, sin embargo, usábamos el tiempo de espera para dividirnos las labores, como tomar fotos, grabar y cubrir a través de Instagram.

A las 21:20 aproximadamente se comenzó a agitar el ambiente, la gente murmuraba y las cámaras se encendían: al parecer el equipo ya se aproximaba. 

Así fue, Sebastián Lelio se acercó triunfal al punto de encuentro sosteniendo firmemente el dorado y brillante galardón, mientras que, muy cerca de él con una disposición firme y segura se encontraba Daniela Vega, llevando un vestido naranjo que resaltaba del resto de sus compañeros.

Los comunicadores vociferaban los nombres del equipo para conseguir la mejor toma, los flashes inundaban el lugar y la sonrisa en sus rostros nada la podía borrar. Ya estaban en Chile, su país, listos para contar su experiencia y formar parte de la historia cinematográfica de éste. 

UNA CONFERENCIA FANTÁSTICA


Sebastián Lelio dio un paso al frente y con una voz firme comenzó a hablarle a la prensa. Enseguida comenzamos una transmisión en vivo vía Instagram, mientras escuchábamos atentamente al director del filme, acompañado de Daniela Vega, Martín Cárcamo, los hermanos Larraín de la productora Fabula y otros miembros del equipo del filme.

La charla de Sebastián fue breve, y a penas hizo su primera pausa fue interrumpido por los medios de comunicación, quienes lo bombardearon con una serie de preguntas. Lelio respondió un par de ellas y luego de que un periodista le lanzara una pregunta a Daniela Vega, el director del filme dio un paso al costado, dejando así pasar adelante a la mujer fantástica.

La Ley de identidad de género y la condición de trans fueron tópicos recurrentes dentro de las preguntas que los periodistas lanzaban a la actriz. El caos reinaba momentáneamente cuando Daniela terminaba una de sus respuestas, ya que los medios presentes gritaban para acaparar la atención de Vega. Las respuestas eran bastante abstractas, ya que la mujer del momento no respondía de manera concreta, sino que elaboraba una argumentación entre poética e indirecta, con la que se refirió a la contingencia nacional y a los desafíos en tema de género.

Abrumados por el ambiente político que se había formado, nos miramos entre nosotros y comenzamos a elaborar una pregunta por si teníamos la oportunidad de entrevistar a alguno de los participantes de la conferencia. Luego de un largo rato de preguntas acerca de la íntima conversación que Daniela Vega había tenido con la presidenta Michelle Bachellet, nos dimos cuenta que si queríamos hacer una pregunta tenía que ser en ese momento o nunca, por lo que comenzó la incertidumbre de quién sería el elegido o elegida para alzar la voz y captar la atención de Daniela. Luego de un rato de conversarlo, se llegó a la decisión unánime de que Fabián sería el encargado de dicha tarea. A este lo abordo un terrible miedo, el que luego de un largo rato de dubitación fue rompido por su voz, lo que captó la atención de Daniela y de todos los medios allí presentes.

«¿Te sientes orgullosa de ser chilena?«, fueron las palabras que salieron temblorosas de su boca. Pasó un momento de silencio en el que la actriz se quedó pensativa mirando fijamente a Fabián, y luego de eso respondió que «este es el lugar en donde nací y, a pesar de que hayan cosas malas en él, es el lugar donde quiero morir, espero eso responda tu pregunta«. Quedamos con el corazón agitado luego de la respuesta de Daniela; nos sentimos realizados y contentos de haber podido hacerle una pregunta.

La tanda de preguntas continuó y nosotros escuchábamos con expectación la dinámica pregunta-respuesta que ahora estaba enfocada en la experiencia de Sebastián y compañía en la ceremonia de los Oscars. Se le preguntó donde guardaría la estatuilla dorada, a lo que Lelio respondió, con un poco de desconfianza, que la traería con él por bastante tiempo.

Un guardia de La Moneda anunció que se había acabado del tiempo de las preguntas, ya que el equipo debía hacer ahora su salida para continuar con su itinerario. Uno por uno los participantes de la conferencia se retiraron, y justo cuando el director del filme se retiraba los periodistas le pidieron que se acercara solo un momento más para así poder tomar más fotografías.

Pasó el incesante sonido de los obturadores, y ahora la prensa le pedía a Lelio que se acercara y les permitiera así tocar, aunque fuera momentáneamente, el galardón de los Oscar. Este accedió, y nosotros miramos con una envidia sana y ojos abiertos como el Oscar se paseaba entre diferentes manos, ¡qué ganas de haber podido tocarlo!

LA SALIDA


Terminó la conferencia y nosotros seguíamos con los corazones agitados y la emoción a flor de piel. Habíamos visto un Oscar, tenido frente a nosotros a un equipo ganador y logramos hacer una pregunta para la que Daniela Vega tuvo que tomarse un tiempo para responder. El trabajo estaba hecho, pero nos faltaba la otra parte de la celebración.

Estuvimos en el recibimiento de la prensa pero, ¿qué pasaba con el resto de la gente? ¿sólo lo podrían disfrutar a través de la televisión? A lo lejos podíamos ver cómo las estrellas de la noche se alejaban hacia la salida de La Moneda, cuando se nos ocurre ir a verlos hasta la última instancia posible.

Salimos corriendo del Palacio, y corrimos y corrimos, hasta que llegamos a un escenario que no imaginamos que veríamos. Mientras el elenco, director y productores se subían a sus autos, una multitud de aproximadamente 300 personas agitaba banderas chilenas y LGBT, gritaban y saludaban a los ganadores. Fue una imagen que no nos esperábamos y que demostró que la pasión por el cine chileno no está muerta, que está despierta y tiene sed de más.

La primera van, que llevaba al elenco y productores, se alejó entremedio de aplausos y flashes, al mismo tiempo que salía la segunda con solo Sebastián Lelio acompañado de su Oscar; uno que apegó lo más posible a la ventana para que todos pudieran tener un vistazo del galardón.  

Las conferencias de prensa pueden parecer muy frías; solo medios grandes interesados en conseguir la mejor imagen para ganarle a la competencia. Y en cierta parte, así es. Por eso intentamos poner la cuota humana y del más honesto amor por el cine nacional.

Los invitamos a ver más producciones chilenas, a gozar con los logros y apoyar las películas chilenas, porque este triunfo y el de «Historia de un Oso» son solo el comienzo, y el futuro parece venir igual de bueno.

Sin comentarios

Deja una respuesta